Las dieciséis ciudades de la Comunidad Valenciana de más de 50.000 habitantes viven este fin de semana su segundo cierre perimetral, entre las 3 de la tarde del viernes y las 6 de la mañana del lunes, una medida para frenar la pandemia que afecta al 46 por ciento de la población, más de 2,3 millones de habitantes.
La norma afecta a las cinco grandes ciudades de la provincia de Valencia (Valencia, Torrent, Sagunto, Gandia y Paterna), las nueve de Alicante (Alicante, Alcoy, Benidorm, Elche, Elda, Orihuela, Petrer, San Vicente del Raspeig y Torrevieja) y las dos de Castellón (la capital y Vila-real).
En principio se va a aplicar tres fines de semana, ya que el decreto que establece esta restricción entró en vigor la semana pasada y estará vigente hasta el próximo 15 de febrero.
Excepciones del cierre perimetral
En esas 16 localidades queda limitada la entrada y la salida de personas entre esas horas del fin de semana a lo estrictamente indispensable, con las mismas excepciones que para el cierre perimetral de la Comunidad, como por ejemplo el retorno a la residencia habitual, la asistencia a centros sanitarios o al lugar de trabajo, o el cuidado de personas vulnerables.
Durante el pasado fin de semana, la movilidad en estos municipios perimetrados se redujo un 50 % con respecto al anterior tanto en el transporte por carretera como por ferrocarril, según explicó el domingo el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, quien agradeció la corresponsabilidad de la ciudadanía.
Controles policiales
Para garantizar el cumplimiento de esta medida se establecieron controles policiales en los accesos y salidas de las localidades, estaciones de autobuses y trenes, centros comerciales y zonas de ocio, y se recurrió a drones y a quads para vigilar playas.
El primer fin de semana de estos cierres perimetrales se saldó con más de 3.900 propuestas de sanción, relacionadas sobre todo con incumplimientos de la restricción de circulación y el uso de la mascarilla.
