El departamento del Hospital General de Alicante será el que deba dar explicaciones de por qué se vacunó al Obispo de la Diócesis de Orihuela Alicante, Jesús Murgui, el pasado 8 de enero pese a no residir en la Casa Sacerdotal. El departamento del Hospital General fue el encargado de organizar la vacunación de los curas jubilados y en situación de dependencia que residen en la Casa Sacerdotal y que por lo tanto sí forman parte del grupo prioritario a inmunizar que marca el Ministerio de Sanidad.

Desde la Conselleria de Sanidad indican que el procedimiento ante estos casos en los que se sospecha que ha podido haber una irregularidad es que Salud Pública mande un escrito al departamento del Hospital General para conocer las circunstancias en que se produjo esta vacunación y determinar si el obispo fue inmunizado sin que le correspondiera hacerlo. Un trámite administrativo, que según fuentes del departamento de Ana Barceló, «no es rápido y puede demorarse días».

El obispo, de 75 años, no reside en la Casa Sacerdotal, sino a unos metros, en otro edificio, el del palacio episcopal, sede del Obispado, por lo que tuvo que trasladarse hasta la Casa Sacerdotal para poder ponerse la vacuna. Poco después de que saltara a la luz la noticia, el Obispado emitía un comunicado en el que admitía la vacunación del obispo Murgui y justificaba que el prelado se hubiera puesto la primera dosis de Pfizer en que lo hizo junto a los sacerdotes vinculados con la Casa Sacerdotal que, incide, se encuentra próxima a la residencia episcopal y comparten servicio médico. Según el comunicado del Obispado Jesús Murgui «no ha buscado ningún trato de favor sanitario, sino que ha cumplido el protocolo prescrito, como en las demás situaciones sanitarias que ha vivido».

Se da la circunstancia de que a finales de enero se detectó un brote de coronavirus en la Casa Sacerdotal, que mantuvo a los 35 curas residentes confinados.

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Cinco sacerdotes, entre ellos el obispo emérito de la diócesis de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, tuvieron que ser hospitalizados y un total de 17 de ellos dieron positivo en las pruebas PCR realizadas tras identificar el foco de contagio. Sanidad había suministrado la vacuna a todos los convivientes el viernes 8 de enero, y el 29 de ese mes estaba previsto que recibieran la segunda dosis. Fuentes de la Diócesis de Orihuela-Alicante, por otro lado, aseguran que Murgui no ha recibido la segunda dosis de la vacuna, necesaria para conseguir la inmunización completa contra el covid-19. A este respecto la Conselleria de Sanidad pidió que se pronunciara el Comité de Bioética para determinar si las personas que fueron vacunadas de manera irregular debían recibir la segunda dosis. Este comité se ha pronunciado señalando que «la administración de esta segunda dosis a estas personas debería plantearse tan solo después de haber concluido la vacunación de los grupos recogidos en la estrategia de vacunación. La recomendación es, en todo caso, vacunar a las 6 semanas de la primera dosis que, asegura el informe del Comité, es el plazo máximo marcado por la OMS para la segunda dosis de la vacuna Pfizer».

El nombre del Obispo no figura en el listado de 62 personas que la Conselleria de Sanidad está investigando para determinar si su vacunación fue irregular. De ellos 10 son cargos públicos. Según precisó el lunes la consellera de Sanidad, Ana Barceló, respecto a estas 62 personas se ha procedido a investigar con más detalle para depurar, en su caso, responsabilidades», ha destacado la titular de Sanidad.