Un total de 30.057 personas de residencias de mayores y de personas con diversidad funcional de la Comunidad Valenciana, entre usuarios y profesionales, han recibido ya las dos dosis de la vacuna contra el covid. Además, otros 3.931 trabajadores de este tipo de centros y 5.832 residentes tienen inoculada la primera dosis. Según las previsiones que maneja la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, liderada por Ana Barceló, se espera que a principios de marzo haya finalizado la vacunación en este sector de la población.

Barceló facilitó ayer estos datos a la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, durante una reunión organizada entre los equipos de ambos departamentos para evaluar el proceso de vacunación en las residencias. Fue un encuentro que, en principio, sirvió para intercambiar unos datos que, al parecer, no fluyen con la agilidad que deberían entre dos áreas de gobierno consideradas clave en esta situación de pandemia. Tanto es así que, según fuentes cercanas a la Conselleria que lidera Oltra, hasta ayer ni si quiera conocían cuántos de los usuarios a su cargo en residencias habían sido ya inoculados contra el coronavirus.

Lo que anunció ayer Barceló es que Sanidad ha administrado en total dosis a 39.230 personas ligadas a este sector de la población. No obstante, ni desde el área de Igualdad ni desde Sanidad fueron capaces de aclarar ayer a este periódico qué porcentaje representa sobre el total de los residentes. La única cifra que se conoce con certeza es que los geriátricos de la Comunidad agrupan a cerca de 40.000 personas, entre usuarios y trabajadores, según los datos que maneja la Asociación Empresarial de Atención a la Dependencia de la Comunidad Valenciana.

Tras el encuentro de ayer, las responsables de ambas consellerias acordaron un protocolo para que los «flujos de información entre ambos departamentos», como así lo denominan, sigan una metodología unificada y, sobre todo, más asidua. Con dicha información, aseguran, el departamento de Oltra podrá comenzar a trabajar en los nuevos protocolos de seguridad en centros de personas mayores en función de la evolución de la pandemia y del grado de inmunización que se alcance. No se puede pasar por alto que, en el último año, más de 9.900 personas han fallecido en residencias a causa del coronavirus, lo que supone uno de cada cuatro decesos por esa causa.

Por otro lado, se explicó que la vacunación de personas dependientes de grado II y III no institucionalizados «supone un gran reto de planificación y logística por la movilidad muy reducida y la complejidad en la administración de las dosis en los hogares conlleva un gran esfuerzo de planificación y de logística». Por ello, ambos departamentos han establecido un plan de colaboración para que la inmunización de este colectivo se lleve «con la mayor eficacia posible». Igualdad ha remitido a Sanidad los datos de las personas dependientes de grado II y III, así como de los usuarios del Servicio de Atención a Domicilio tanto público como privado, de las cuidadoras de dependientes y del personal de inspección y valoración de los servicios sociales. A este respecto, el área de Oltra puntualizó que remite los datos debidamente encriptados a Sanidad y no hace falta que los jefes y jefas de Atención Primaria de Servicios Sociales aporten dicha información ni a hospitales, ni a áreas o centros de salud de atención primaria sanitarios, ya que «pueden estar siendo suplantados por supuestos estafadores para cometer delitos sobre personas en situación de vulnerabilidad».