Luchar contra la despoblación es uno de los objetivos que se ha marcado la Generalitat para los próximos años. Para ello, se ha elaborado la «Estrategia Avant 20/30» un documento en el que se recogen las líneas a seguir para paliar las desigualdades del ámbito rural. Y en esa línea, además, el presidente del Consell, Ximo Puig, destacó que los fondos europeos son la gran oportunidad para «corregir los desequilibrios de la despoblación». Para lo que la Generalitat, en el marco de la Estrategia Valenciana de Recuperación, ya ha presentado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico 32 proyectos que aspiran a recibir fondos europeos.

Estas actuaciones, cuyo presupuesto estimado es de 685 millones de euros, contemplan acciones como la a Promoción de la Formación Profesional con ofertas formativas en zonas despobladas; un programa para la contratación de personas desempleadas en servicios de emergencias municipales, o el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones 5G para promover la digitalización y el desarrollo.

Puig destacó «la gran esperanza» que suponen esos fondos de la UE de los que «se dispondrá en la medida que seamos capaces de generar proyectos», pero insistió en que lo más importante que necesita el espacio rural son recursos humanos y «la convicción de tener futuro». Para ello, apeló a la necesidad de «hacer atractivo el espacio rural» especialmente para los jóvenes y para poner en marcha el «plan de reflexión, debate y acción».

Una estrategia que se presentó ayer en Castellón donde Puig destacó que es necesaria una «alianza de alianzas institucional» para superar «la frontera de la desigualdad» del ámbito rural. Y lo hizo ante la presencia de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y otros consellers como el de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau; la consellera de Agricultura, Mireia Mollà; y el conseller de Política Territorial, Arcadi España.

Esta «Estrategia AVANT 20/30» ha sido impulsada junto con las universidades públicas y la participación de los agentes implicados. Pero, ¿en qué consiste esta herramienta? Pues en disponer de un documento dirigido a combatir la despoblación mediante la planificación estratégica participada. Para ello, se han recogido las aportaciones de un equipo de expertos en desarrollo territorial y rural de las universidades públicas y un proceso de participación de colectivos implicados. La estrategia cuenta con dos partes: la primera, un diagnóstico abreviado del actual escenario con los problemas así como las potencialidades y las oportunidades que poseen los territorios en proceso de despoblación. La segunda parte recoge el diseño de las estrategias de la acción política para combatir la despoblación.

El diagnóstico realizado ha constatado que en la Comunidad Valenciana hay 224 municipios con menos de 1.000 habitantes, el 40% del total, correspondientes en la mayoría de los casos a comarcas del interior, y en ellos la población dependiente supera el 60%. Además, la tasa de envejecimiento del 55% (297) de los municipios valencianos es superior al 20%, especialmente en los localizados en el interior de las provincias de Castellón y de Valencia, y en la zona de la montaña de Alicante. De hecho, en la provincia, una quincena de municipios se enfrentan al riesgo de quedarse vacíos o con un número mínimo de habitantes a medio plazo por la ausencia de nacimientos. Pero hasta un total de 40 poblaciones se ven afectadas en mayor o menor medida.

Plan autonómico Más de 250 acciones en todos los ámbitos

El Plan Antidespoblamiento «Estrategia AVANT 20/30» comprende 5 líneas estratégicas y más de 250 acciones de ámbito económico, medioambiental, social, cultural y de gobernanza política. Por ejemplo se contempla una política dirigida a facilitar la fiscalidad diferenciada, con el fin de facilitar el emprendimiento empresarial; medidas para el impulso del empleo, mediante diversos programas; el estudio de una futura Ley de Equilibrio Territorial, consecuencia de la Estrategia Territorial de la Comunidad ; acciones para garantizar el acceso a unos servicios sociales de calidad; o poner en valor de la dimensión cultural como factor contra la despoblación; entre otras muchas.