No hubo sorpresas. El Consejo Interterritorial de Salud acordó ayer prácticamente por unanimidad el cierre de todas las comunidades en Semana Santa, salvo Canarias y Baleares, así como establecer un toque de queda de entre las 23 y las 6 horas. También se limitan el número de personas por mesa en los bares a un máximo de cuatro en el interior y seis en las terrazas, mientras que en las viviendas no podrá reunirse nadie que no sea conviviente. «Un acuerdo que significa seguir salvado vidas», según la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Tampoco sorprendió a nadie que Madrid haya sido votado en contra y que una vez acabada la reunión haya anunciado que no aplicará el confinamiento perimetral. Aunque su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, había anunciado el día anterior que «Madrid obedecería, como siempre ha hecho», a nadie le puede extrañar otro cambio en una dirigente que reclama al Gobierno que actúe y que cuando actúa pide que se respete su singularidad. El cambio en sólo 24 horas podría obedecer, además, al interés de Ayuso de utilizar su rebeldía frente al Ejecutivo como bandera en las elecciones que ha convocado.

La ministra pese a ello fue muy clara al respecto. «El acuerdo se publicará como Orden Ministerial en el Boletín Oficial del Estado y será, por tanto, de obligado cumplimiento», advirtió en varias ocasiones, aunque no quiso precisar que medidas se tomarían si Madrid persiste en su desobediencia. «Madrid estará perimetrada ‘de iure’ y también ‘de facto’ porque el resto de comunidades también lo estarán», se limitó a afirmar.

Tampoco se podrá viajar fuera de la autonomía para ver a familiares. Así lo descartó explícitamente la ministra Darias: «Sólo se podrá viajar por las cuestiones esenciales que prevé el decreto de alarma». Lo que sí podrá hacer una comunidad es ser más restrictiva. Las medidas son de mínimos, por tanto, nada impedirá que alguna autonomía vaya más allá, según figura en el texto de un acuerdo que también incluye la aplicación de las mismas medidas durante el puente de San José, entre el 17 y el 21 de marzo, en aquellas comunidades en las que es festivo: Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Extremadura, Murcia, Navarra y Galicia.

Se recomienda, además, evitar eventos masivos «de cualquier índole» que impliquen «aglomeración o concentración de personas» y se aconseja no flexibilizar las medidas que haya en vigor en cada territorio dos semanas antes del inicio de la Semana Santa, es decir, el 12 de marzo, independientemente de si la situación epidemiológica mejora.

La evolución del virus

En una jornada en la que se anunció también que hoy se reunirán la ponencia de vacunación y la Comisión de Salud Pública para revisar la decisión de no administrar la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 55 años, la pandemia dejó una noticia que muestra porqué la guardia todavía no se ha querido bajar. Por vez primera desde el pasado 26 de enero, ayer la incidencia media dejó de bajar. Se estancó en los 139 casos por cada 100.000 habitantes, un bloqueo que se podría prolongar durante los próximos días, según señaló la ministra. Los nuevos positivos notificados en el día de ayer subieron a 13.459, una cifra que no se alcanzaba desde el pasado 12 de febrero, hace ahora casi un mes. Además, se notificaron 234 muertes en las últimas 24 horas.

En este escenario, Sanidad informó también de que sigue su ritmo descendente, pero lento, la ocupación de las UCI, que es del 22,8 %, con 2.320 pacientes covid ingresados en estas unidades críticas. Situación que también se registra en el conjunto del sistema hospitalario, donde la presión baja tres décimas, hasta el 7,28 %.

El PP exige al Gobierno que apueste por la compra de las vacunas china y rusa

España roza las 5 millones de dosis inoculadas en una vacunación marcada por la escasez de fármacos

Si se mira dentro de las fronteras europeas, el ritmo de vacunación que afronta España es de los más destacados. El país, según los datos de este miércoles, roza ya los 5 millones (4.989.505) de dosis de la vacuna contra la covid-19 inoculadas, entre las cuales 1.447.838 personas (el 3 % de la población) están inmunizadas con la pauta completa. Sin embargo, si el objetivo es llegar al 70 % de la población vacunada, el ritmo no es suficiente. Hay pocos fármacos, podría ser el resumen. Y ante ello, las presiones de la oposición ya han comenzado.

El diputado del PP Rubén Fausto Moreno Palanques resaltó ayer que algunos países de la Unión Europea (UE), como Hungría o República Checa, estén negociando la compra de vacunas procedentes de Rusia -en el caso de la Sputnik V, la empresa IberAtlantic, con sede en Vigo, se encuentra en un proceso de negociación con el Fondo Ruso de Inversión Directa para tratar de llegar a un acuerdo que permita la producción de esta en España- o China, a pesar de que se sitúan fuera de los acuerdos comunitarios, y pidió a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que actúe.

«Hay pocas vacunas y para su adquisición hay que ir de la mano de la Unión Europea. Pero también son muy europeístas Austria, República Checa, Dinamarca, Hungría, Polonia y Eslovaquia, que han explorado acuerdos con China, Rusia o Israel. ¿Tiene usted la intención de hacer algo más que esperar?», preguntó retóricamente.

Ante ello, Darias contestó al diputado popular que el Gobierno está trayendo vacunas a España a través de «una compra anticipada sin precedentes en la Unión Europea.

En este sentido, la Comisión Europea (CE) anunció ayer un acuerdo con el consorcio farmacéutico Pfizer-BioNTech para el suministro de cuatro millones adicionales de vacunas antes de que acabe marzo para atajar los incrementos de infecciones en varias regiones europeas. De esta forma a España, con su población, le corresponderían algo más de 400.000 dosis de este lote.

Janssen en el foco

Mientras, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tiene previsto dar hoy su veredicto científico sobre la calidad, eficacia y seguridad de la vacuna -que obtendría la cuarta licencia de uso en el ente comunitario- de Janssen, filial de la estadounidense Johnson & Johnson, en medio de las dudas sobre su capacidad de entregar las dosis prometidas de forma inmediata si logra la licencia condicional europea. En este sentido, el pasado martes la farmacéutica hizo saber a Bruselas que tiene «dificultades» para suministrar las primeras 55 millones de dosis debido a contratiempos relacionados con la producción de uno de los ingredientes de la vacuna, así como problemas en equipos y materiales, y que el laboratorio se encuentra «bajo presión».

El laboratorio se ha comprometido a entregar a la UE un total de 200 millones de vacunas a lo largo de todo 2021. A principios de marzo, J&J comenzó a distribuir su vacuna en Estados Unidos, con el objetivo de entregar 100 millones de dosis a finales de mayo, pero ha reducido casi a la mitad sus previsiones de entrega para este mes, a 20 millones de dosis.