La reunión entre autonomías y el Gobierno central dentro del Consejo Interterritorial de Sanidad supuso este miércoles la aprobación de una nueva realidad: la de no obligar a la población a usar mascarillas en playas, piscinas, lagos o embalses durante el baño, la práctica de deporte o en los periodos de descanso en un lugar fijo, pero sí cuando se vaya a dar un paseo. Con ello, el Ministerio modificará la Ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid-19, conocida como ley de ‘nueva normalidad’, aprobada el pasado 18 de marzo en el Congreso de los Diputados y publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en la que se establecía la obligatoriedad de utilizar mascarillas en todos los lugares y circunstancias.
En este escenario, el texto mantiene la obligatoriedad llevar la protección de nariz y boca si las personas se encuentran en movimiento. Esto en la práctica significa que seguirá siendo obligatoria durante los «paseos» por la playa y «demás entornos acuáticos», sin importar el número de personas alrededor.
En este sentido, el tapabocas será indispensable, por ejemplo, en el desplazamiento por la orilla, así como en todos los «entornos naturales» de estas zonas. Sin embargo, no será necesaria en momentos de descanso entre los que se incluye el tomar el sol.
Evolución en las autonomías
Mientras, ante la situación de la pandemia, las autonomías siguen perfilando sus medidas en base a su situación pandémica, la cual ayer dejaba una incidencia que subía tres puntos más y ya se sitúa en el 167,9, con 8.788 y 126 fallecidos más. Mientras, la presión hospitalaria media en las UCI se coloca en el 20%, con ocho regiones por encima de la misma: Madrid, que subió al 38% de ayer; La Rioja, que se mantuvo en el 35,8 %; Cataluña, con 37,8 % (37 %); Castilla y León, con 21,9 % (22,8 %); País Vasco, con 21,6 % (21,5 %); Asturias, con 20,2 % (20,8 %); y las ciudades autónomas de Ceuta, que sigue en el 23,5%, y Melilla, con el 35,2 % (41,1 %).
En este escenario Andalucía mantendrá otras dos semanas las actuales restricciones, por lo que el cierre de comercios y restaurantes continuará a las 22.30 horas, el toque de queda a las 23 horas y las provincias seguirán cerradas perimetralmente. Situación diferente se vivirá en Baleares, donde se levantará el cierre perimetral acordado con el resto de comunidades para Semana Santa, aunque mantendrá los controles en puertos y aeropuertos. Pese a ello, los interiores de bares y restaurantes seguirán cerrados dos semanas más en Mallorca.
Por su parte, a partir de mañana, Cataluña volverá al confinamiento perimetral comarcal con carácter general, también para las burbujas de convivencia, a fin de evitar desplazamientos el fin de semana ante la creciente presión hospitalaria, mientras que Navarra prorrogará dos semanas -hasta el jueves 22 de abril- las restricciones de aforo y movilidad y Asturias retrasa el toque de queda una hora hasta las 23 horas.
