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El Consell triplicó la media autonómica en gasto social el año de la pandemia

La Comunidad Valenciana se sitúa a la cabeza en el crecimiento del desembolso para contener los efectos de la covid frente a otros territorios que cerraron 2020 con superávit - Madrid destina la mitad de recursos con arreglo al PIB

Imagen de la última reunión de la Comisión Interdepartamental contra el covid.

Las inyecciones extraordinarias de fondos brindadas por el Gobierno han permitido a las comunidades cerrar el primer año de la pandemia con una situación económica más holgada de lo que podía esperarse. Pero si se pone el foco en cuál ha sido el destino final de los recursos se observan diferencias abismales entre territorios. El crecimiento del gasto social en la Comunidad Valenciana a lo largo de 2020 (del 10,4%) superó al contabilizado por el resto de autonomías, hasta el punto de multiplicar prácticamente por tres el aumento medio regional en España, del 3,77%.

Según se desprende del último informe de contabilidad nacional publicado por el Ministerio de Hacienda, el desembolso del Consell en transferencias y prestaciones alcanzó en el cuarto trimestre del año los 4.291 millones de euros, un importe que coloca a la valenciana como la segunda comunidad que más recursos destinó a gasto social en proporción a su PIB regional (el 4,1%), solo por detrás –por apenas unas centésimas– de la comunidad foral de Navarra.

El balance del primer año de pandemia.

Con un volumen superior de población y de riqueza, la Comunidad de Madrid dedicó al citado capítulo 5.000 millones de euros, la mitad de fondos con arreglo a su PIB y apenas un 2,12% de recursos más que en 2019, cuando la covid todavía no era una amenaza. El aumento de 104 millones respecto a 2019 ejecutado por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso contrasta con los 405 millones de más abonados en 2020 por la Generalitat, una diferencia que en buena medida se apoya en el hecho de que las prestaciones sociales se han disparado en este territorio un 51% en un año, hasta los 744 millones. Las transferencias sociales para sufragar bienes y servicios proporcionados por la administración autonómica a los hogares –sanitarios, educativos o culturales– se elevaron un 4,5%, hasta los 3.547 millones de euros.

Cataluña fue la segunda región con un mayor crecimiento del gasto social (un 9,33% más) en 2020, seguida de Galicia (8,35%), Extremadura (6,33%), Castilla y León (6,33%) y La Mancha (5,5%).

Es la segunda que más fondos destina a sanidad y educación en función de su riqueza

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El mayor esfuerzo económico desplegado para combatir la pandemia, junto a la situación de infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana, explican por qué esta autonomía volvió a acabar el año con un déficit de 1.206 millones, el más abultado del conjunto de territorios. Pese a los estragos de la crisis, en cambio, nueve comunidades cerraron 2020 con superávit y, de media, contabilizaron un gasto social seis veces inferior al valenciano. Tres de ellas (La Rioja, Cantabria y Aragón) incluso dedicaron menos dinero a este capítulo que en 2019.

El informe destaca la evolución positiva del déficit del Consell (que se redujo un 46,2% respecto al dato de 2019) debido al mayor incremento de los ingresos (un 11,2% más) respecto los gastos (un 4,8% más), sobre todo gracias a las inyecciones extraordinarias del Gobierno, que se dispararon un 19,6%, hasta los 11.431 millones de euros. También crecieron un 15,9% los recursos obtenidos a través del IRPF, que compensaron la reducción de otros tributos sobre la producción.

Más gasto sanitario que la media

Junto a Andalucía, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Murcia y Navarra, la Comunidad Valenciana también se colocó entre las autonomías que cerraron 2020 con un incremento «muy por encima» de la media del 8,8% en inversión destinada a reforzar el personal sanitario. El aumento total en el ámbito de la sanidad fue del 10,3%, mientras que el gasto global en personal creció un 7,5%.

Pese a la losa de una infrafinanciación que se traduce en la recepción de menos recursos del Estado que el resto de territorios, desde el Botànic insisten en los esfuerzos para equipararse a la media autonómica en gasto social. Entre 2016 y 2020, el desembolso en este ámbito aumentó un 30,8 % después de años y años de austeridad.

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