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Director científico del Programa Valenciano de Investigación Vacunal

David Navarro: «Puede que la inmunidad de grupo esté menos lejos porque hay contagiados sin diagnosticar»

Aunque aún queda mucho por investigar, David Navarro cree que las vacunas nos permiten ver la luz al final del túnel de la pandemia de coronavirus y que la inmunidad que aportan será duradera

David Navarro es jefe de Microbiología del Hospital Clínico y responsable del Programa Valenciano de Investigación Vacunal. |

El Programa Valenciano de Investigación Vacunal que dirige David Navarro ha iniciado ya sus primeros proyectos de investigación, centrados, entre otros objetivos, en conocer los efectos adversos de las vacunas y en cuánto dura la inmunidad que aportan las vacunas.

¿Cómo cree que está yendo la campaña de vacunación en la Comunidad Valenciana?

Está yendo razonablemente bien. Todo lo bien que puede ir teniendo en cuenta la relativa escasez de vacunas disponibles.

Esta semana hemos conocido la paralización de la vacuna de Janssen. ¿Supone un varapalo para las expectativas de acelerar el ritmo de inmunización?

Lo es porque se trata de una vacuna que tiene solo una dosis. Habrá que esperar a ver cómo se pronuncian definitivamente al respecto las agencias de medicamentos. Espero que sea algo transitorio, porque el hecho de que esta vacuna consista en sólo una dosis supone una enorme ventaja.

¿Cree que se podrá cumplir con la previsión de tener en verano al 70% de la población vacunada?

Se trata de que nos lleguen las suficientes dosis. No tiene que ver más que con eso. Hay logística para vacunar, lo que no hay vacunas suficientes. Es tan sencillo como eso.

¿Si esto se eterniza, corremos el riesgo de que se pase la inmunidad de los ya vacunados?

Nadie sabe cuánto va a durar la inmunidad protectora que generan las vacunas. Tampoco sabemos cuánto dura la inmunidad tras la infección. Sabemos lo que con otros coronavirus. La inmunidad frente a coronavirus estacionales, los que causan resfriados, dura al menos un año. De hecho, la reinfección por estos coronavirus no es muy habitual. Por tanto la inmunidad que se genere con las vacunas disponibles podría ser razonablemente duradera. Pero nadie lo puede saber hoy. Hemos evaluado a convalecientes de Covid-19 6 y 7 meses después de contraer el SARS-CoV-2 y hemos visto que la inmunidad que proporcionan los linfocitos B y T sigue ahí. Con el SARS-CoV- 1 hubo gente que tenía inmunidad T 11 años después. Con este virus seguro que habrá una cierta inmunidad residual, pero no sé hasta qué punto nos protegerá.

«Vacunarse periódicamente dependerá de cuánto dure la inmunidad y de si el virus cambia mucho»

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¿Cree que hay una inmunidad mayor de la que en un principio nos muestran las cifras de contagiados o los estudios de seroprevalencia que periódicamente publica el Ministerio de Sanidad?

Sí. Cuando se habla de personas que han contraído la enfermedad, es gente a la que se ha diagnosticado con una prueba específica. Pero seguramente hay mucha más gente que se ha infectado y no ha sido diagnosticada, asintomática o no. Eso significa que la cantidad de gente con inmunidad es mayor del que parece, por lo que quizás estamos menos lejos de la inmunidad de grupo de lo que podemos pensar viendo los diagnósticos. Es posible que haya población que se ha infectado, pero que no tiene niveles de anticuerpos detectables y si miramos la inmunidad T en muchas personas encontramos una marca de infección previa. Hay gente que pierde anticuerpos pero que mantiene la inmunidad T. Esas personas están probablemente protegidas.

¿Nos tendremos que vacunar todos los años frente al SARS-CoV-2?

Depende de cuánto dure la inmunidad que generan las vacunas y de cuánto cambie el virus. Si cambia mucho, las defensas que habremos generado contra la variante anterior no nos protegerán del todo y habrá que vacunarse periódicamente, pero no sé cada cuánto tiempo. No tiene por qué ser cada año.

«Si tomamos las medidas adecuadas y nos protegemos bien da igual qué variante del virus esté circulando»

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¿Pero todo será más sencillo con la segunda generación de vacunas?

Sí y con las de RNA mucho más. Asumiendo que el virus cambie lo suficiente como para que tengamos que recordarlo vacunándonos cada cierto tiempo, desde el punto de vista tecnológico es peccata minuta. El asunto aquí es generar millones de vacunas, pero la tecnología que haría posible el cambio en la secuencia de los RNA sería menor.

¿A qué variantes del virus debemos temer más?

Nos importan aquellas que tienen una ventaja replicativa y que por tanto son más transmisibles y aquellas que además tienen cambios en la superficie de la proteína espícula del virus que las hacen menos sensibles a los anticuerpos. Lo que sabemos hasta ahora es que algunas variantes, como la sudafricana o californiana, parece que son neutralizadas peor por sueros de personas que han pasado la covid. Pero hay estudios complementarios que dicen que la inmunidad T reconoce con eficacia estas variantes.

La británica ya ha colonizado casi por completo la Comunidad, ¿en qué nos cambia esto?

Si se transmite mejor, como parece que es el caso, posiblemente necesitemos ser más precavidos o guardar mejor las medidas no farmacológicas de protección. Lo que es discutible es si la británica es más virulenta. Si mata más. Hay trabajos que son contradictorios en sus conclusiones. Mi impresión es que no es más virulenta, pero si que se transmite mejor y si se baja la guardia, el incremento de casos sería de mayor envergadura. Pero si te proteges bien da igual que sea esta o cualquier otra.

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