La factura extra que lleva pagada la Generalitat para hacer frente a la pandemia del covid supera los 2.000 millones. Las contrataciones que han realizado las consellerias han multiplicado por diez el volumen habitual de contratos y, del total, Sanidad y Servicios Sociales superan con creces al resto de departamentos. Sólo entre marzo de 2020 y diciembre de ese mismo año se destinó a la lucha contra el virus 1.626 millones. Cuando el virus de Wuhan irrumpió en España, ni los presupuestos, ni los gobiernos, ni la economía, estaban preparados para sufrir sus consecuencias. Los retos de futuro, las prioridades políticas y el modo de organización quedaron relegados a un segundo plano y cada una de las administraciones, fuera cual fuera su color político, se adaptaron a las nuevas circunstancias.
Los presupuestos de 2020 no estaban diseñados para atender una pandemia, pero dado que se inició en el mes de marzo y la mayor parte del presupuesto estaba todavía intacto, se solicitó a todas las consellerias que reorganizaran de forma interna sus prioridades para poner el grueso de las partidas al servicio de la lucha contra el virus. Esa decisión implicó modificaciones presupuestarias (que alcanzaron un montante de 4.063 millones de euros) y generación de crédito por valor de 563 millones.
Del total del dinero que el Gobierno valenciano invirtió durante 2020 en esta pandemia, 1.140 millones se destinaron al gasto sanitario y sociosanitario; 263 millones al resto de ámbitos como desinfección de transporte público, adquisición de equipos para teletrabajo o refuerzo de profesores; y 223 millones fueron a parar a ayudas directas. Esta política de subvenciones ha tenido continuidad en el año 2021 con nuevas ayudas directas que se incluyen en los presupuestos de 2021, además de la ampliación de las ya existentes, como la partida de 18 millones de ayudas al Turismo, o la puesta en marcha de un plan de choque adicional a los presupuestos para los sectores más afectados por la crisis, denominado Plan Resistir, dotado con aproximadamente 400 millones. En este 2021 los presupuestos autonómicos ya se han adaptado a la situación económica y sanitaria, por lo que desde el Consell aseguran que resulta más complicado trazar las líneas destinadas específicamente a este concepto, pero aseguran que en total la factura del covid supera con creces los 2.000 millones.
Desde la conselleria de Hacienda, que dirige Vicent Soler, han reconocido que las primeras semanas de la pandemia fueron muy complejas ante la necesidad de dedicar la mayor parte de los esfuerzos económicos a la Sanidad y los Servicios Sociales, por lo que se tuvo que proceder a la readaptación del presupuesto autonómico y a la reordenación de los recursos para garantizar la asistencia sanitaria, las prestaciones sociales y el sostenimiento de la economía.
En cuanto a los 1.140 millones de gasto sanitario y sociosanitario destinado a hacer frente al virus en 2020, 261 millones fueron a parar al refuerzo del personal, 80 millones a medicamentos sin receta y 10 millones para mantenimiento de residencia, entre otras partidas. Analizando en concreto las ayudas directas, durante el pasado ejercicio se destinaron 223 millones a la reactivación mediante ayudas directas y de los sectores productivos y los colectivos sociales más afectados. Entre las principales líneas destacan 30 millones para ayudas a personas con rentas bajas afectadas por ERTEs; 12,5 millones para ayudas para alquiler social; 57,5 millones para ayudas directas a los autónomos; o 30,8 millones para fomento del empleo.
La liquidación del presupuesto que la Conselleria de Hacienda aprobó es una imagen del trabajo realizado a nivel presupuestario para hacer frente al covid. En 2020, el gasto real aumentó un 8’83% respecto a 2019. En concreto, 1.447 millones de euros hasta alcanzar la cifra de 17.831 millones de euros. Del total, 15.000 millones se destinaron a gasto social, es decir, a políticas relacionadas con la Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
