Igual que el 9 de mayo desaparecieron los límites perimetrales tras el fin del estado de alarma, a partir del 8 de junio no habrá ninguna restricción de movilidad nocturna ni hora que marque tope para salir a la calle. E igual que ocurrió el 9 de mayo, las diferentes administraciones se preparan para un nuevo enfoque en la seguridad.

Generalitat, Delegación de Gobierno y ayuntamientos mantuvieron ayer una reunión de coordinación con el objetivo de preparar el nuevo escenario ante las últimas medidas de desescalada. Así, si tras el 9 de mayo la vigilancia se centró en evitar aglomeraciones en municipios costeros ante la visita de turistas del resto del territorio estatal (donde la incidencia acumulada es mayor), en las próximas semanas la vista virará hacia la noche y sus actividades, desde el botellón hasta el cumplimiento de las medidas en el ocio nocturno.

El fin del toque de queda, la reapertura de este tipo de locales y la eliminación de las limitaciones de reuniones sociales en ámbitos privados son las principales novedades a partir del martes dentro de la «apertura progresiva» anunciada por el Consell. Sin embargo, desde el gobierno autonómico se reclama «máxima prudencia» y «unidad de acción» entre todas las administraciones y fuerzas de seguridad para adaptarse a la nueva etapa.

«Ahora se trata de que ayuntamientos, Generalitat y Delegación de Gobierno trabajemos juntos para abordar este tiempo sabiendo que es necesario mantener la prudencia y la responsabilidad», expresó tras finalizar el encuentro el jefe del Consell, Ximo Puig, quien presidió la reunión. «De lo que se trata es continuar con la unidad de acción», añadió al tiempo que destacó que en la Comunidad Valenciana «hay una única dirección mirando hacia adelante con la perspectiva de la superación de la pandemia».

Las miradas, por tanto, estarán puestas en evitar las imágenes que se han visto en otras ciudades cuando el toque de queda ha decaído, como en Barcelona (con botellones multitudinarios en la playa) o Madrid. Esta vuelta a la noche coincidirá a partir del jueves con el final de exámenes de la selectividad y el fin de curso universitario además de las ganas contenidas tras siete meses con la prohibición de salir de noche.

La caída del toque de queda también irá acompañada de la apertura de los locales de ocio nocturno sobre los que las policías locales y adscrita a la Generalitat vigilarán el cumplimiento de sus condiciones de apertura. Estas no podrán abrir más allá de las dos de la madrugada, no superar el aforo del 50 % en interiores donde las mesas no deberán superar las seis personas, no podrán tener pistas de baile y deberán llevar en todo momento la mascarilla puesta.

Asimismo, una vez aplazadas las fallas hasta septiembre, suspendidas las Hogueras de Alicante y con la mayoría de fiestas patronales locales en el aire, la siguiente gran fiesta es la de la noche de San Juan, durante la madrugada del 23 al 24 de junio. Este es otro de los puntos que se abordó en la reunión a sabiendas de que la celebración típica pasa por aglomeraciones en las playas alrededor de las hogueras, una celebración que, no obstante, desde la Sanidad ya insistieron que no tendría cabida este año.