Una semana después de que cualquiera pueda comprobar en casa si tiene covid-19, el libre acceso a estas pruebas diagnósticas en farmacia se está dejando notar en los hospitales y de una forma poco convencional: con enfermos en las puertas de Urgencias sin síntomas graves.

No son multitud, como en otras comunidades, pero la dinámica puede convertirse en un problema y así lo han puesto sobre la mesa los responsables de los hospitales que urgen a seguir el protocolo establecido: quedarse en casa si han salido las dos rayitas y llamar al centro de salud para que nuestro sospechoso sea confirmado o no como un positivo. Diferente prueba diagnóstica, pero mismo proceder.

Sin embargo, quizá «las dudas», la «falta de información» o, simplemente «el miedo», están empujando a muchas personas que han dado positivo a acercarse directamente a las puertas de Urgencias pese a no tener síntomas de ningún tipo. «Desde luego no tenemos la misma situación que los compañeros de Cantabria que han tenido avalancha y han lanzado un SOS, pero sí hemos empezado a tener varios casos y puede convertirse todo en un problema», advierte Elena Díaz, vicepresidenta segunda de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias (Semes-CV) y jefa del servicio en el Hospital de San Juan de Alicante.

Para Díaz, lo ideal sería reforzar las campañas de información sobre qué hacer cuando el autotest diagnóstico de venta en farmacias nos da un positivo porque la llegada de pacientes leves puede obstaculizar el trabajo en Urgencias que, ahora mismo, está en niveles altos: «estamos por encima de las cifras de Urgencias del verano de 2019», explica Díaz.

Ese no saber qué hacer cuando la prueba nos ha dado positivo no solo se ha notado en San Juan. Ha sucedido algo similar en hospitales de València capital como el Doctor Peset y el Arnau de Vilanova, según reconocieron fuentes sindicales de Comisiones Obreras. En este último hospital, algunos pacientes habían acudido porque no podían ponerse en contacto con sus centros de salud, un problema del sistema sanitario que se ha visto agravado durante la pandemia.

De hecho, fuentes del Foro de Médicos de Atención Primaria han confirmado a este diario que no se ha notado «todavía» un aumento de consultas de personas que se han hecho un autotest.

Supervisión en las farmacias

Los farmacéuticos, por su parte, insisten en que pueden ser parte de la solución a este problema si en la Comunitat Valenciana se adoptara un protocolo de trabajo similar al de Galicia. En esta comunidad son los farmacéuticos los encargados de supervisar las pruebas y de notificar al sistema de salud los positivos.

Fuentes del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof), recordaron ayer que la propuesta de hacer algo parecido al sistema gallego sigue en pie pero que desde la Conselleria de Sanidad no se ha pronunciado. «Hicimos una encuesta en diciembre que arrojó que el 46 % de farmacias estaría dispuesta a hacerlo pese a no estar remunerado», apuntaron.

Por otra parte, desde el Micof no tienen cifras de cuántas pruebas diagnósticas se han vendido en esta semana de acceso libre y sin receta, pero ayer en València capital no era fácil encontrar una farmacia con test disponibles, lo que da una idea de la buena acogida que ha tenido el autotest.