Casi un centenar de municipios valencianos continúa sin iniciar los trámites para contar con un Plan Local de Prevención de Incendios Forestales. Ni las advertencias de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, ni los reiterados avisos de la Fiscalía de Medio Ambiente, han tenido eco en hasta 93 ayuntamientos. Aunque en los dos últimos años se ha dado un importante acelerón, solo 243 localidades de la Comunidad Valenciana (46 %) cumple la Ley Forestal.
Un total de 189 ayuntamientos siguen en proceso de aprobación de sus planificaciones para ejecutar la resolución dictada en 2005 por la entonces Conselleria de Territorio y Vivienda. Otros 17 están exentos al carecer de terrenos boscosos. La Comunidad tiene un centenar de localidades pendientes de redactar un instrumento que el fiscal Antonio Vercher considera crucial para afrontar y poder combatir episodios de fuego, especialmente en períodos de extremo calor estival.
El departamento de Mireia Mollà volvió a enviar una circular en febrero del año pasado recordando a los distintos responsables municipales que podrían incurrir en un delito de producirse algún incendio, como remarcaba la Fiscalía de Medio Ambiente. Algo que ya había hecho con anterioridad su predecesora en el cargo. Fue Elena Cebrián quien tuvo que habilitar una partida de ayudas de millón y medio de euros para facilitar la tarea a los alcaldes. En febrero de 2019 un total de 464 municipios continuaban con una deficiencia que arrastraban hacía cinco lustros.
El ministerio fiscal tiene puesta la lupa sobre aquellos municipios con especial riesgo por orografía y antecedentes, y a los que lleva ya años reclamando que se pongan al día. Los planes tienen que incluir una detallada cartografía con el mapa de modelos de combustible, las infraestructuras existentes y las proyectadas, las áreas de especial protección y prioridad de defensa, así como la zonificación según el riesgo.
En los últimos meses la conselleria que dirige Mollà ha dado luz verde a los expedientes presentados por ayuntamientos como Moixent, Sinarcas, Sagunt, Segart, La Font de la Figuera, Villar del Arzobispo o Llutxent. Este último habría sufrido en agosto de 2018 un incendio que afectó a los términos colindantes de Ador, Barx, Gandia, Pinet, Quatretonda y Rótova, con una superficie calcinada de 3.270 hectáreas.
Más de 107 fuegos en 2021
El 64% de la superficie afectada en Llutxent estaba incluida en alguna figura de protección (LIC, Paraje Municipal Protegido y Microrreserva). Según un estudio del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), la mayor parte arrasada, además, ya se había quemado con anterioridad.
En lo que va de 2021, el Servicio de Prevención de Incendios Forestales lleva registrados 107 incendios con 75,44 hectáreas.
En el último mes se han producido 18 siniestros, con 1,70 hectáreas afectadas, por debajo de la media de junio del último decenio. Ocho de los fuegos han sido provocados por rayos, uno intencionado, tres por negligencia, uno de origen desconocido, tres por otras causas y dos mantienen abierta la investigación.
Lluvias aún recientes
Según el último boletín Espurna, que edita la Generalitat Valenciana, la baja incidencia en el número de incendios y la poca superficie dañada contrasta con los datos de la última década. Situación que achacan los técnicos a las precipitaciones caídas que permiten que la vegetación continúe con valores de humedad elevados.
Así lo revela el análisis fenológico en todo el territorio valenciano con percentiles altos, excepto en tres zonas de Castellón y una de Alicante. «Fuegos a priori de elevado potencial de propagación por las condiciones meteorológicas, topográficas y de continuidad, no desarrollan comportamientos extremos» señalan. Y ponen como ejemplo el que calcinó apenas una hectárea en La Nucia a finales de junio.
