Conjura de la Plataforma per un Finançament Just para que esta legislatura que el jueves escuchó definitivamente el pistoletazo de salida con la investidura de Pedro Sánchez sea la de la reforma del modelo de financiación y que vaya acompañada como medida «necesaria» la condonación de la deuda. Esta asunción por parte del Estado, recogida en el pacto del PSOE con ERC, la cifró como «deseable» y «factible» Francisco Pérez, director del Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), en cerca de 27.000 millones.  

Seis años después de la primera manifestación sobre este asunto -donde participaron más de 200.000 personas-, la plataforma cambió la cadena humana en las calles por los datos técnicos, la rúbrica en papel y los mensajes políticos. Parlamentarios de las Cortes, el Congreso y el Senado de PP, PSPV y Compromís (también de EU y Sumar) asociaciones de la Xarxa d'entitats y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias así como los representantes de patronal y sindicatos llenaron la sala de la muralla del Colegio Mayor Rector Peset de la Universitat Valenciana.

Llamamiento a la unidad

Allí, escucharon la sucesión de números, apelaron a la unidad, a continuar la reivindicación que encarna la plataforma y a aprovechar la «ventana de oportunidad abierta» y firmaron el manifiesto actualizado. Se comprometieron a «defender en las Cortes, el Congreso y el Senado» la reforma de la financiación, inversiones de acuerdo al peso poblacional así como su ejecución y la condonación de la deuda generada por esta infrafinaciación, una de las novedades del texto respecto a los anteriores y en la que más incidió el también miembro de la comisión de expertos sobre la infrafinanciación valenciana.

«No se puede acometer el cambio de modelo sin una condonación de la deuda», indicó Pérez. La cantidad total señalada por el director de investigaciones del Ivie fue de 27.000 millones salida de un doble cálculo: una parte de la infrafinanciación «colectiva» que afectó a todas las autonomías durante la crisis y otra parte como compensación de la infrafinanciación «relativa» de la Comunidad respecto a la media. Esa primera parte, la de caída de ingresos por la crisis de 2009, es la que han pactado PSOE y ERC y que sería extensible al resto de autonomías. Para Cataluña se señalan unos 15.000 millones y Pérez extrapola este cálculo al caso valenciano hasta los 9.600 millones.

La otra parte de la deuda es la que ha ido acumulando la Comunidad Valenciana por una financiación ocho puntos por debajo de la media. Esta parte condonable la fijó entre los 17.000 y los 18.000 millones que serían un porcentaje de los hasta 36.000 millones que los expertos -incluida la Sindicatura de Comptes- señala como pasivo generado por esta inequidad del reparto de recursos.

«Es factible y deseable»

«Es factible porque solo habría un cambio de titular de la deuda y no afectaría a un incremento de la deuda del Estado», defendió el director de investigación del Ivie. También, dijo, es «deseable» porque permitiría a las autonomías volver a los mercados de financiación y ayudaría a evitar sobre el pago actual de la deuda el aumento de tipos de intereses que, según ha dicho, puede incrementar en 1.000 millones el coste para la Generalitat. Otra cosa es que se vaya a hacer. «Esa información no la tenemos», indicó.

Peréz desgranó también qué factores deberían tenerse en cuenta para elaborar el próximo modelo de financiación. Lo básico, indicó, es que haya una «igualdad» por habitante; apostó por incrementar los recursos totales para las autonomías, una revisión del cupo vasco y navarro e incluir un «compromiso de lealtad institucional». También la citada condonación de la deuda.

Tras su exposición más técnica (con dosis de reivindicación) el acto mutó al protocolo más político. Uno a uno fueron subiendo los representantes de las diferentes organizaciones que suscriben la declaración. Salvador Navarro por la CEV, Ana García Alcolea, por CC OO PV, e Ismael Sáez, de UGT PV, abrieron el camino.

Luego fueron las organizaciones como la Unió de Consumidores o la Plataforma per la Llengua de la Xarxa d’entitats. Le siguió la FVMP con su presidenta, la alcaldesa de Requena, Rocío Cortés, para acabar con los partidos: PP, PSPV y Compromís (con Sumar y EU) con un representante de cada uno en Cortes, Senado y Congreso. Unidad, reivindicación y datos a la espera de que lleguen las acciones concretas.