La pediatra más famosa de España vuelve a presentar Gestionando Hijos, el mayor evento de educación de nuestro país, organizado por Prensa Ibérica y Educar es Todo.

Su trabajo como directora y pediatra del centro Creciendo lo compagina con la divulgación (labor fundamental entre tanta información falsa) y la escritura, a través de su blog.

Conferenciante con más de 50 ponencias a sus espaldas en todo el territorio nacional, Lucía Galán fue ganadora del premio Bitácoras 2015 al mejor blog de Salud e Innovación científica y de los e-Health Awards 2017 Stop Bulos. Además, es colaboradora habitual en el programa de TVE «Saber Vivir» y en distintos medios de comunicación.

Con siete libros publicados por Planeta, acaba de lanzar «Cuentos de Lucía, mi pediatra 2», que ya es éxito en ventas, como nos tiene acostumbrados. Un momento perfecto para charlar con ella.

Lucía, vuelves a co-presentar Gestionando Hijos, esta vez de forma online, ¿qué tiene este evento que te hace repetir siempre?

El proyecto de Gestionando Hijos nació al mismo tiempo que mi carrera literaria y divulgativa; hemos ido creciendo juntos a lo largo de estos cinco años, muchas veces desde la distancia, pero otras muchas desde la cercanía y el calor de todos y cada uno de los eventos que he tenido la suerte de presentar a lo largo de toda la geografía española. Así que es inevitable sentirme parte de este maravilloso proyecto educativo que tanto ha crecido y que ayuda a miles y miles de familias de nuestro país.

Las madres y padres están deseando recibir información útil que les ayude en la educación de sus hijos, prueba de ello es el éxito de este evento. ¿Significa esto que ahora es más difícil educar que antes o que, simplemente, nos lo tomamos más en serio?

No creo que sea más difícil por la tarea en sí de educar. Los niños son niños ahora o en los años 60 y sus necesidades no han cambiado. Los niños necesitan sentir y tener a sus seres queridos cerca, necesitan ir al colegio, necesitan aprender, necesitan jugar, comer y descansar y todo ello en un entorno seguro. Poco más. Lo que sí creo es que es más complicado es hacerlo bien. ¿Por qué?

Por el ritmo frenético de vida que llevamos. Por las prisas, por la presión laboral, por las exigencias sociales, por la nula conciliación, por el exceso de información que existe que, en ocasiones, lejos de ayudar a la gente lo que hace es perderles más aun…

Lucía, tú compaginas tu trabajo en tu centro Creciendo con la divulgación en temas de salud en redes y escribiendo libros. Tu labor es importantísima, aportar rigor a tanta fake news e información proveniente de fuentes no fiables… ¿Qué es lo que más te preocupa de esto, de este exceso de información sin rigor?

Que una mentira repetida mil veces, a pesar de seguir siendo una mentira, en ocasiones se convierte en una verdad para muchos. Y eso en temas de salud es peligrosísimo: familias que rechazan las vacunas por noticias falsas repetidas hasta la saciedad y posteriormente sufrir las terribles consecuencias de una mala decisión; promover actitudes o comportamientos que ponen en riesgo la salud de los demás, fomentar el ataque y el acoso tanto en redes sociales como en medios de comunicación dando un ejemplo nefasto a nuestra infancia y juventud, etc.

Durante todos estos años has liderado una lucha para convencer a aquellos que no confían en las vacunas de su importancia para la salud pública. Hablemos del COVID… ¿Por qué crees que cala el mensaje negacionista?

Porque la gente se resiste a los cambios. Mucho. La negación forma parte del proceso de muchos de los duelos o de muchos diagnósticos devastadores que van a cambiar la vida del paciente. No me extraña nada que ante un drama como el que hemos vivido haya gente que necesite buscar un culpable o que sencilla e ignorantemente, niegue de su existencia.

Pero he de decir que, aunque ruidosos, son minoría. Y que como todo: al principio hay negacionistas hasta debajo de las piedras (el coronavirus no existe, las mascarillas no sirven para nada…) pero a medida que pasa el tiempo, al estar la mente humana diseñada para ir adaptándose al medio, este colectivo va perdiendo fuelle.

Hay un argumento que se repite mucho en las conversaciones: «los expertos primero dicen a y luego rectifican y dicen b, no puedes fiarte. Lo que vale hoy mañana no valdrá». ¿No nos han explicado bien a los ciudadanos de a pie cómo funciona el método científico?

No, no se ha explicado y es por ello que, una proporción de la población se sienta engañada. No les culpo. La ciencia no es estática. Las teorías no son eternas, de hecho, muchos de los postulados en materia de ciencia han sido perecederos. ¿Y eso por qué? Porque la ciencia avanza y descubre y rectifica y construye y reconstruye y así funciona el método científico. La ciencia jamás debe ser ciega. Eso no es ciencia, es fe y como comprenderéis son aspectos completamente diferentes.

Julio Verne decía en su Viaje al centro de la Tierra: «La ciencia, muchacho, está hecha de errores, pero de errores que conviene cometer, porque conducen poco a poco a la verdad».

Ya se ha producido el momento que tanto miedo daba: la vuelta de los niños a las aulas. Según tu experiencia como pediatra… ¿Cómo crees que ha ido? ¿Mejor o peor de lo que esperábamos?

Mejor de lo que yo al menos personalmente esperaba. De momento estamos viendo pocos casos y la inmensa mayoría leves. Al principio como es lógico mucho miedo, incertidumbre, sensación de desprotección, nervios. Pero los niños y jóvenes, una vez más, nos han vuelto a dar una lección de civismo, responsabilidad y compromiso.

Los profesores están haciendo un esfuerzo titánico en conseguir espacios seguros sin perder la sensibilidad y cercanía que necesitan nuestros hijos. Quiero aprovechar la oportunidad para, como madre, darles las gracias por su impagable labor. Juntos lo lograremos.

Más información:

Hora de las ponencias: 21:45 horas

Inscripción gratuita en la web.

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