Apareció en 2002, en el yacimiento arqueológico del Tosal de las Balsas de la Albufereta y constituye un testimonio único, ya que es el primer ejemplo de una representación en tres dimensiones de un navío antiguo en la Península Ibérica. Se trata de la reproducción en terracota de una galera birreme (con dos filas de remos) fechada entre los siglos V y IV antes de Cristo.

Esta pieza, que hasta ahora no se ha expuesto al público, sale a la luz por primera vez el próximo viernes, aprovechando la celebración de la Volvo Ocean Race en la ciudad, cuando se coloque en el vestíbulo del Museo Arqueológico de Alicante, donde permanecerá hasta el próximo mes de diciembre bajo el título "Surcando el tiempo".

La pieza, que supone la primera representación de una embarcación en bulto redondo de la zona occidental del Mediterráneo, fue hallada en las excavaciones dirigidas por José Ramón Ortega y Marco Aurelio Esquembre, que se han encargado de comisariar la muestra y el catálogo de este testimonio arqueológico, que supone un fascinante modelo de la antigua arquitectura naval.

En este barco de terracota se puede distinguir casi todo el casco, salvo el final de la popa, y la unión de la proa con el espolón. Su particularidad estriba en que está realizado en una sola pieza, con un excepcional grado de detalle a lo que se une su estado de conservación, que permite distinguir las diversas parte de un navío de la época, así como algunos de los motivos decorativos que lo adornaban.

Esta pieza constituye también uno de los mejores ejemplos de pequeñas reproducciones de naves, elaboradas en madera, arcilla o metal, que se entregaban en santuarios y lugares de culto como ofrendas, en señal de gratitud por una buena travesía o para favorecer el éxito de un nuevo viaje.

Aunque el barco se conserva incompleto, se estima que su medida es de casi 21 centímetros de longitud y resulta bastante exacto en su reproducción de una birreme. Según los estudios realizados durante la restauración en el propio Museo Arqueológico de Alicante, por la forma de la embarcación y ciertos detalles constructivos se trataría de un barco de guerra, con toda probabilidad cartaginés.

A través de esta embarcación cartaginesa, los análisis realizados apuntan a que el poblado del Tosal de las Balsas habría sido un establecimiento destacado en las rutas navales de la costa mediterránea de la Península Ibérica. De hecho, en este yacimiento se encontraron recientemente otras dos piezas similares, algo que pone de manifiesto la existencia de un santuario dedicado a la navegación, lo que confirmaría la calidad de exvoto del barco de terracota. Así, los expertos consideran que puede tratarse del primer espacio sagrado orientado a esta devoción en la Península Ibérica.

La birreme de terracota se expondrá en el vestíbulo del MARQ, un espacio expositivo ganado en el museo para la difusión de sus fondos, en el caso de piezas que tienen categoría de ser expuestas por sí mismas. La primera obra que se exhibió en ese emplazamiento fue la mano de bronce encontrada en el yacimiento de Lucentum, en el Tosal de Manises, que pasará a formar parte de la exposición permanente.