?La industria cultural española y valenciana no es tan dependiente del sector público como parece. Según el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia, Pau Rausell, en contra de la opinión generalizada, la iniciativa privada es su principal dinamizadora. Hay que tener en cuenta que el 40% del volumen de negocio gira en torno a la industria editorial, una de las banderas de enganche de este sector. De hecho, España es el quinto país del mundo en exportación de libros. "Un trabajador del sector de la cultura genera el doble de valor añadido bruto que uno del turismo", explica Rausell. A su juicio, en la búsqueda del cambio de modelo productivo la industria cultural debería jugar un papel fundamental. "En sectores de I+D, renovables o biotecnología son necesarios períodos de formación altos. En cultura los períodos de maduración son más cortos por el soporte de las redes públicas", detalla.

Para Rausell la cultura está emergiendo con suficientes virtudes como para protagonizar el cambio. Así, la Confederación Empresarial Valenciana incluyó la necesidad de apostar por esta industria en su documento de búsqueda de soluciones a la crisis. "Es un sector que hay que aprovechar. En España hay suficientes iconos como para transmitir el contenido simbólico de la marca España", afirma Rausell, que pone de ejemplo a Almodóvar.

En el caso de la Comunidad, Rausell destaca que pese al descenso de gasto público, el sector ha mostrado un dinamismo interesantes que ha consolidado a Valencia como tercera capital de España en industria cultural, aunque aún bastante lejos de Barcelona y Madrid.