España ha reducido distancias en la desigualdad entre hombres y mujeres en los últimos 25 años pero aún persisten las diferencias entre comunidades autónomas con un patrón norte-sur favorable al norte, según refleja un estudio denominado Desigualdades en el desarrollo geopolítico de género en España 1980-2005, un determinante estructural de la salud realizado por el Grupo de Investigación de Salud Pública de la Universidad de Alicante. En dicho estudio, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia son las únicas autonomías donde las mujeres no superan a los hombres en el apartado de nivel de estudios o desarrollo educativo.

El trabajo, publicado en el último número de la Revista Española de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, analiza los marcadores que miden el índice de desarrollo de género (IDG): la esperanza de vida al nacer, la educación y los ingresos económicos en ambos géneros. Es decir, que cuanto mayor sea el índice de desarrollo de género (en un rango de 0 a 1), menor será la desigualdad entre hombres y mujeres.

Este índice ha aumentado en los últimos años, tras pasar de una media de 0,809 en 1995 a 0,903 en 2005, lo cual es positivo porque significa que se estrecharon las distancias entre hombres y mujeres, pero en el mapa general de España se mantienen las diferencias interterritoriales a favor de las comunidades del norte. En este ranking de desarrollo de género, Madrid, Navarra y País Vasco se disputan los tres primeros puestos a lo largo de estos 25 años, mientras que Extremadura, Andalucía y Murcia, los tres últimos.

Si bien en la esperanza de vida ha aumentado tanto en hombres como en mujeres, otra de las conclusiones es la marcada en el nivel de educación de hombres y mujeres, cuya desigualdad se ha conseguido reducir a lo largo de los años e incluso ha tornado su tendencia a favor de las mujeres en todas las autonomías a excepción de la Comunidad Valenciana y Murcia.

Familias y políticas educativas

"En estos momentos las mujeres hemos superado a los hombres en desarrollo educativo, hay más mujeres que han alcanzado un nivel de estudios superior a los hombres salvo en esas dos comunidades", apunta la profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante, María Teresa Ruiz Cantero, que dirige el grupo de investigación, quien señala que "no hay un argumento único, pero las explicaciones debemos hallarlas en los valores educativos de las familias y en las políticas educativas".

En este marcador se incluye el índice de alfabetización, de escolarización, la tasa de matriculación en Primaria, Secundaria y en la Universidad. "Estudiamos también si podía influir un partido político gobernante más proclive al desarrollo social pero no pudimos determinarlo porque hay proyectos que inicia un partido político pero luego puede continuarlo otro en la legislatura siguiente", indica, aunque añade que Extremadura es la comunidad que mayor esfuerzo ha hecho en este apartado "y en Andalucía, por ejemplo, se paga la matrícula a las mujeres que estudian Ingeniería".

Las explicaciones a éstas y al resto de diferencias territoriales -entre ellas, el índice de desarrollo de género de Asturias, la única comunidad del norte que se encuentra por debajo de la media- se abordarán en un nuevo proyecto para el que el grupo ya dispone de subvención del Instituto de la Mujer. La intención, apunta Ruiz, es montar un centro de cálculo de indicadores de desarrollo de género y establecer una "sana competencia" entre las comunidades para mejorar los indicadores año tras año.

Las mujeres ganan aún menos que los hombres en los 80

El factor más preocupante en el análisis de este estudio es, a juicio de la responsable, las diferencias entre los ingresos de hombres y mujeres, ya que arrojan datos "impresionantes". Uno de ellos es que las mujeres en España en el año 2005 todavía tienen menos ingresos que los que percibían los hombres en 1980, ya que la comunidad autónoma con mayor índice de ingresos de las mujeres en 2005 se iguala a la más retrasada en 1980 para los hombres. Las comunidades con mayor paridad salarial son Canarias y Baleares y las menos, Asturias y Castilla y león; Galicia, que fue la que menos diferencias presentó entre sexos en 1980 dejó esta posición a Baleares en 2005. Romper con la segregación vertical -el techo de cristal, donde pocas mujeres acceden a puestos de dirección- y la horizontal -las mujeres buscan determinadas ocupaciones y los hombres, otras- "lleva su tiempo y es difícil", según Ruiz, quien apunta que si la Ley de Igualdad (2008) influirá positivamente en próximos resultados, "tememos que la crisis lo haga en contra y afecte al retroceso de género".