Cuando uno busca nuevos sonidos para alimentar la memoria musical no necesita atravesar el charco. Es más, sólo tiene que levantar la alfombra para descubrir infinidad de músicos que buscan abrirse un hueco entre los cd’s que alimentan nuestros sueños. Entre todos esos grupos destaca Madre Máquina. Tres jóvenes alicantinos que han llegado a la escena musical arropados por distintos certámenes que corroboran la calidad de su sonido.

Pablo, Pau y Cesar dan forma a melodías sinuosas que se contonean entre el pop más pegajosos y ciertos aires rockeros, reminiscencias de su primer trabajo parido a finales de 2008. Con su nuevo álbum, Cruzarse de brazos, presentan un conjunto de temas cuyas letras invitan a la reflexión más intimista. Así, de forma despistada, casi sin quererlo, introducen al receptor en las grandes reflexiones de la humanidad: el hombre y sus circunstancias, la resistencia a los cambios a pesar de ser el motor de la vida, quienes somos, quienes mostramos y quienes creemos ser… Aforismos en dosis pequeñas. Realidades ante las cuales unos actúan y otros deciden, cruzarse de brazos.

Aquí os dejo un videoclip de su disco anterior, para que además de voz, les pongáis cara y movimiento a estos chicos.