Si ganaran dinero con su actividad, los bibliotecarios de la provincia serían de los pocos colectivos satisfechos con la crisis. Cuando se cumplen tres años del impacto del crack en Alicante, las estadísticas empiezan a hablar de nuevos hábitos de ocio entre los ciudadanos. No son sólo los exámenes de junio los responsables de que las bibliotecas estén llenas: desde 2007 hasta 2010, los carnets de socio de estos centros aumentaron entre un 15% -caso de los 14 de Alicante capital- y más de un 40%, como ocurre en Dénia o Elda. Los responsables de estas silenciosas casas del libro tienen claro que la búsqueda de ocio asequible, la preparación de oposiciones y exámenes de idiomas y el acceso gratuito a Internet son las causas principales de este renacer de las bibliotecas públicas.

"Antes la gente se compraba libros y los donaba a la biblioteca, porque no cabían en casa. Ahora que hay menos dinero vienen aquí a leer", asegura Teresa Roselló, auxiliar de biblioteca y responsable en funciones de los tres puntos de lectura de Dénia. En la capital de la Marin Alta, los préstamos de sus fondos han aumentado un 30% en este periodo. Lo que más se lleva son novelas y libros infantiles y juveniles.

En Alcoy, sin embargo, gran parte del casi agotado presupuesto para bibliotecas se lo han comido las nuevas estanterías con monografías "antiparo": el director de la Biblioteca Central, José Luis Santonja, apunta que "hemos tenido que crear una sección específica de idiomas y otra con libros para oposiciones, bomberos, enfermería, auxiliar administrativo, personal laboral,a administración pública y trabajos de todo tipo".

La red de bibliotecas de Elche también ha reforzado estas secciones, debido en parte a que el precio de los libros, entre 100 y 300 euros, los hace prohibitivos para un opositor desempleado. "El paro está abocando a la gente a recurrir a un recurso que antes era muy esporádico. Cada vez que se modifica la ley, el temario cambia, y tenemos obligación de actualizarlos", observa Carmen Gutiérrez, coordinadora del área en Elche. En la ciudad, los usuarios de bibliotecas han aumentado de 206.000 a 310.500 entre 2007 y 2010, mientras que los préstamos "se han multiplicado por dos", en palabras de Gutiérrez.

La apertura de redes wifi libres y la inversión en ordenares para navegar y trabajar con ofimática es otra de las claves de este nuevo auge de las bibliotecas. En Elda, donde hay cuatro centros y dos puntos de lectura, se ha dobladoel alta de socios en tres años y "hay mucho mas préstamos, afluencia y consultas en Internet", como explica Consuelo Poveda, directora de bibliotecas en Elda. La instalación central, la biblioteca Alberto Navarro, se ha reforzado con diez puntos de Internet gratis.

El perfil del "nuevo lector", según Poveda, abarca desde "estudiantes, niños, inmigrantes, que utilizan más Internet y mujeres, que usan más el préstamo". Para aliviar las economías familiares, muchos centros públicos han invertido también en adquirir lecturas obligatorias para escolares.

No sólo libros

Miguel Valor, edil de Cultura en Alicante, indica que "el incremento de material audiovisual -como películas, discos, archivos de ordenador o multimedia- ha aumentado notablemente, rondando el 40%" en las 14 instalaciones de lectura de la capital, donde hay un 15% más de usuarios de salas de lectura que hace tres años. La Biblioteca Azorín, por ejemplo, está "de bote en bote", según su directora, Adelina Rodríguez, y gracias a que se ha flexibilizado "el préstamo de audiovisuales" y que dispone además de una buena sección de prensa y revistas, su usuario tipo "tiene entre 0 y 90 años".

La biblioteca CAM Gabriel Miró ha incrementado el volumen de libros y material prestado en un 60% desde el inicio de la crisis, impulsado en parte por su sistema de entrega casi a domicilio. "La gente pide los libros, películas o los discos el miércoles, para que la valija interna se los deje en la biblioteca de la red CAM -hay centros en Cartagena, Novelda, Alicante, etcétera- más cercana para el fin de semana", según comenta Zoila Helbenso, responsable de este centro.

En Benidorm, sin embargo, la afluencia es la misma que antes, según responsables de este área.