Maestro, pedagogo, director de colegio... No pasa la escuela por su mejor momento, ¿qué hay que hacer?

Si te refieres a inversiones y cuidados, no. Lo que hay que hacer es lo contrario de lo que se está haciendo, y no que el dinero se reparta entre quienes han generado el problema. Yo llevo más de veinte años introduciendo el flamenco en la escuela y lo utilizo como una herramienta didáctica innovadora y con un contenido cultural importante.

¿Cómo ha introducido el flamenco en asignaturas como matemáticas o lengua?

Trabajando con metodología de investigación y no con libros de texto, donde el flamenco no aparece por ningún lado. En matemáticas lo he abordado menos, pero sí en temas sociales, y en lengua es muy fácil por la propia estructura métrica y la poesía del flamenco. Hay muchos escritores y poetas que han tenido relación con el flamenco, muchas conexiones que se pueden utilizar.

Usted dice que el flamenco es la música autóctona más importante del planeta después del jazz...

No, junto con el jazz.

¿Se cuida más ahora que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?

Se cuida bastante poco dentro del sistema educativo y como valor cultural, no me refiero al espectáculo. Aunque está incluido en el currículum de infantil, primaria y secundaria, al menos en Andalucía, no ha habido un impulso para desarrollarlo y depende del voluntarismo del profesorado. Sin hablar de la universidad, donde es inexistente.

José Mercé dice que el flamenco en España es de segunda división frente al rock o al pop. ¿Lo cree?

No tengo datos como para decir eso. Yo creo que cada vez es más respetado y más tenido en cuenta como algo cultural y no como algo chabacano o de poco valor. Hay una consideración, aunque aún arrastra una carga peyorativa como algo artístico, en parte porque está muy cercano a nosotros y parece que se pierde

Viene a Alicante a hablar de la imagen de la mujer en las letras flamencas, ¿sale bien o mal parada?

La mujer sale tan mal parada en las letras del flamenco como en las de otras músicas. Mi tesis se centró en ese tema y analicé 1.800 letras antiguas, una obra discográfica del siglo XX de 800 canciones y las letras de un disco de treinta artistas actuales. Hay todo tipo de letras pero me centré en las que se denosta a la mujer, con minusvaloración, desprecio o sentido de propiedad y no hay mucha diferencia entre las letras antiguas y actuales, se renueva poco salvo con nuevas figuras como Estrella Morente o Miguel Poveda, pero los contenidos siguen siendo los clásicos en gran medida.

¿Y cómo es esa mujer?

La mujer peligrosa, perdición del hombre es muy exagerada pero aún está presente. La mujer deshonrada o prostituta es mayoritaria, y la mujer ridícula, incapaz o débil es la imagen que más abunda, no solo en el flamenco, sino en la sociedad.

Es decir, que el flamenco no es más machista que la sociedad...

Yo no acuso al flamenco de nada que no se pueda achacar a la sociedad porque el flamenco no es más que un reflejo de ella, ni es menos machista que en el reggaeton o en la música clásica o que el tejido social.

¿Y no le critican por poner el acento en el discurso negativo del flamenco hacia la mujer?

No. Yo localizo los peligros, las injusticias y las desigualdades, precisamente, para trabajar en reducir ese impacto y hacer propuestas didácticas para una educación igualitaria.

¿Por qué eligió hacerlo con el flamenco?

Por prestigiar el flamenco en tareas de valor social, para ofrecer un producto cultural y artístico con elementos valiosos para la coeducación.

También ha estudiado el sexismo en los libros de texto. ¿Hay mucho?

Pues sí, todavía sigue habiendo, no con la misma intensidad que hace años pero no se ha trabajado bien el lenguaje, que se resolvería con facilidad, pero falta voluntad.