El escritor, filólogo y traductor Agustín García Calvo, fallecido el jueves en Zamora, ciudad en la que nació en 1926, recibió ayer sepultura en el cementerio de San Atilano en un acto sencillo, en el que estuvieron presentes familiares, amigos y representantes de la cultura y la política. García Calvo falleció en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora, debido a una insuficiencia cardiaca y no respiratoria como se dijo inicialmente, según fuentes familiares.

La alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, aseguró que la sociedad zamorana "está dolida por esta pérdida", y añadió que buscarán la manera de homenajearle, "aunque García Calvo era poco dado a ese tipo de actos, así que será la familia la que decida". Al posible homenaje que le tribute el ayuntamiento se ha sumado la delegación de la Junta, según una nota de prensa en la que el delegado. La Diputación de Zamora también ha suscrito las condolencias a la familia y se ha unido a la propuesta municipal, y el presidente, Fernando Martínez Maíllo señaló "su importante labor como embajador de esta tierra".

García Calvo fue un prolífico autor más de 40 años, y su obra mereció tres premios nacionales: Ensayo (1990), Literatura Dramática (1999) y de Traducción (2006).