Hasta mañana no se descubrirá lo que el público está dispuesto a ofrecer por una obra de arte, pero a la galería de arte de Alicante Parking Gallery ya están llegando algunas de las propuestas que los participantes lanzarán a los artistas para hacerse con una de las 25 obras expuestas: desde un curso de coaching a clases de yoga, prestar unos días su apartamento en Benidorm o invitarle un fin de semana a un hotel de lujo, ofrecer servicios jurídicos durante un año o realizar un implante dental.

Cualquier propuesta es buena, siempre que la acepte el artista por cuya obra se "puja". Esta es, en esencia la filosofía del proyecto Change Art Alicante, una iniciativa pionera en España que propicia el coleccionismo democrático mediante intercambios no comerciales y que se lleva a cabo mañana, a las 17.30 horas, en Parking Gallery (calle Bailén 15), donde 25 artistas contemporáneos ponen a disposición del público 25 pinturas, dibujos, fotografías y esculturas.

Cualquier persona puede participar en este proyecto y para ello sólo hace falta que al llegar se inscriba en la galería por 2 euros y recibirá un taco de post-it y un lápiz para escribir sus propuestas por una o por las obras que desee. Muchos artistas que participan en este acto estarán en la galería, lo que a su vez permitirá la comunicación con el público.

Para Jaime Pérez, copropietario con Chini Manero de la galería, los creadores han sido "muy generosos y muy valientes porque han traído obras de calidad -cuyo valor en el mercado oscilaría entre los 100 y los 1.500 euros- y las ceden sin saber a cambio de qué".

Los artistas, por su parte, tienen "mucha curiosidad" por saber "por dónde va a salir la gente en lo que ofrecen", comenta el pintor de Xavi García, que participa con una obra de la serie Callejeando y añade que "también te puedes llevar un chasco impresionante si nadie propone nada por tu obra, pero es lo que hay, siempre te expones a la crítica".

A juicio de Erre Gálvez, que ofrece un collage llamado Rumor, "la iniciativa es genial y me encanta que se hagan estas cosas en Alicante, que puede servir para que la gente vea que una obra de arte no tiene por qué ser carísima". Le gustaría que por su obra le ofrecieran "algo creativo" pero también "pinturas o una invitación a cenar".

Para Perceval Graells, su obra (A veces el alma también duele) tiene un valor emocional "incalculable" y, en su lugar, le gustaría cambiarlo "por un mes de alquiler en París, que es donde vivo, o por una obra de otro artista que admire, un viaje interesante o un mes en una casa perdida para pintar".