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El misterio de Tutankamón

La egiptóloga alicantina Marina Escolano-Poveda trabaja en el templo de la diosa Mut en Karnak

La arqueóloga alicantina Marina Escolano en Luxor. información

El egiptólogo británico Nicholas Reeves publicó el pasado verano un extenso artículo detallando su hipótesis sobre cómo el monumento funerario de Tutankamón podría ocultar una cámara secreta. Una teoría al que numerosos expertos y otras tantas pruebas realizadas en las últimas semanas dan hasta un 90% de credibilidad (incluidos los análisis y escaneados efectuados por el Gobierno egipcio junto a un grupo de especialistas japoneses que conceden aún más fiabilidad a la investigación de Reeves).

Desde entonces, este nuevo misterio de Tutankamón mantiene en vilo a la comunidad de arqueólogos y profesionales de la egiptología que espera con expectación la resolución del enigma cuando, a su vez, trabaja en las mismas excavaciones de Luxor y Karnak, cerca del Valle de los Reyes, como es el caso de la alicantina Marina Escolano-Poveda, estudiante de doctorado en Egiptología en la universidad Johns Hopkins University (Baltimore, Estados Unidos).

Especialista en filología egipcia, Marina Escolano afronta la recta final de su tesis doctoral en las excavaciones del templo de la diosa Mut, descubriendo zonas de producción, esqueletos de cautivos e incluso los bloques de piedra del pórtico de Hatshepsut.

«Nos encontramos en un momento muy interesante para la arqueología en Egipto. Muchas expediciones arqueológicas están activas actualmente por todo el país, y están dando lugar a hallazgos realmente interesantes. El profesor Nicholas Reeves ha señalado la existencia de cámaras no descubiertas dentro de la tumba de Tutankamón, y actualmente se están llevando a cabo los análisis necesarios para comprobar dicha hipótesis sin dañar, por supuesto, la decoración de la cámara funeraria de la tumba. El profesor Reeves ha procedido de forma correcta, dando a conocer su hipótesis mediante una publicación científica y solicitando permiso para comprobarla, y parece que los primeros análisis han confirmado la existencia de algún tipo de cavidad en los espacios señalados. Estamos todos a la expectativa. Egipto nunca deja de deparar sorpresas, y la época de Tutankamón es de todo menos previsible», apunta la egiptóloga alicantina, quien recalca cuanto queda todavía por indagar y rescatar sobre el Antiguo Egipto:

«Cuando se habla de Egipto, generalmente se piensa en los aspectos arqueológicos, pero no solo queda muchísimo por descubrir desde un punto de vista puramente material, sino también a otros niveles. En los últimos años se están haciendo muchos avances en el conocimiento más profundo de la lengua egipcia. Pese a que podemos leer los textos con más o menos problemas según las circunstancias, todavía nos queda mucho que conocer sobre gramática egipcia, especialmente en sus estadios más tempranos, incluyendo la lengua egipcia clásica, el egipcio medio. Por otra parte, las colecciones papirológicas a nivel mundial cuentan con un porcentaje altísimo de papiros que todavía no han sido traducidos, pudiendo reservarnos sorpresas como nuevos textos literarios, religiosos, legales, etc... que nos permitirán comprender mejor el mundo intelectual y la sociedad egipcias».

Licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid (y primer premio nacional de fin de carrera), y plena conocedora de cuantos tesoros arqueológicos alberga la provincia (ha trabajado, colaborado o escrito sobre ellos, como la investigación sobre los amuletos egipcios de La Fonteta en Guardamar), Marina Escolano se mueve en un punto especialmente sensible de la historia reciente de Egipto, cuya desestabilización política también ha salpicado a la investigación (y a pifias y descréditos como cuando se reparó con pegamento la barba dorada y azul de la máscara funeraria del faraón Tutankamón).

«Mentiría si dijese que las cosas no han cambiado desde que empecé a trabajar en Egipto en 2007 hasta ahora, tras la Revolución de 2011. No obstante, personalmente nunca he tenido ningún problema para trabajar aquí. Son muchos los colegas egipcios con los que trabajo, tanto en Egipto como en Estados Unidos, y todos compartimos la misma preocupación sobre la situación política actual del país y la situación general de Oriente Próximo. Dependiendo de la región de Egipto de la que hablemos, ha habido más o menos problemas, incluyendo expolios en yacimientos, o misiones que no han podido continuar su trabajo. Pero también ha habido elementos positivos. Existe una generación joven de egiptólogos egipcios muy preparada que poco a poco se está incorporando a la disciplina, con mucha ilusión y ganas de trabajar. Soy optimista, y creo que las cosas mejorarán en los próximos años», comenta.

Encargada de supervisar los trabajos de excavación en el templo de Mut, así como de realizar los dibujos arqueológicos de cerámica y otros objetos, Marina Escolano mira con optimismo (y crítica) la financiación e investigación en España: «La financiación ha caído hasta ser inexistente en muchos casos, y muchos de estos proyectos han concluido, con el consiguiente perjuicio no sólo para el conocimiento de nuestro pasado, sino también para la formación de nuevos profesionales de la arqueología. La cultura es siempre la gran olvidada, y la gran perdedora de esta crisis que hemos sufrido (y que todavía sufrimos), sin que los políticos se den cuenta de que, a largo plazo, la única inversión rentable y que puede hacer que España progrese es la inversión en su capital humano, en educación y en cultura», concluye.

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