Walton Fine Arts es una galería de arte asentada en Chelsea, uno de los barrios más elegantes de Londres, que exhibe obras de Bacon, Picaso, Koons, Warhol, Banksy, Miró o Chagall. Y desde hace unos días, también, del artista de Monóvar Xavi García.

La culpa la tiene Instagram, donde García suele colgar una imagen al día sobre su pintura -tiene unas 600 imágenes desde que empezó a usar esta plataforma en 2003- y fue a través de esta red social como los galeristas londinenses contactaron con él. «Me preguntaron si quería exponer allí y yo al principio no me lo creía, lo veía un poco raro. Me parecía muy fuerte que una galería se interesara por mi obra por Instagram y le dije a una amiga que vive allí que fuera a verla», explica el pintor, que incluso pensó en dejarlo para otra ocasión «y la galería me dijo: ¿estás seguro? ¿has visto con quién estarías? Porque allí es normal mezclar la obra de grandes artistas con otros desconocidos o emergentes, una apuesta que no cabe en la mentalidad española».

Aunque inicialmente le plantearon realizar una exposición finalmente Xavi García ha enviado cuatro obras de gran formato de diversas series, elegidas por la galería, «que tiene un rollo muy pop de arte urbano, porque pensaron que entraban dentro de su filosofía y creían que podía funcionar muy bien».

Sus obras -una de ellas luce en el escaparate de la entrada- permanecerán en Londres durante tres o cuatro meses y el pintor de Monóvar viajará allí unos días en Semana Santa confiado en vender alguna de sus piezas, «ya que se trata del barrio más caro de Londres y puede haber expectativa de ventas».

Xavi García reflexionaba sobre el exceso de exhibicionismo en las redes sociales en su última exposición colgada en las paredes de Las Cigarreras, Strike a pose. Aunque su crítica se dirigía más al selfie continuo en el que se mueve la sociedad, y él utiliza las redes sobre todo como medio para mostrar su trabajo, lo cierto es que han sido las redes de este mundo globalizado las que le han llevado a exponer en esta galería de Londres.

«Está claro que esto es un ejemplo del buen uso de las redes sociales, que es un escaparate de tu trabajo», apunta García, que añade que «ahora estamos destinados a ser nuestra propia galería y, además de ser competente en el taller, necesitas otras destrezas para poder sobrevivir en ese mundo».