"Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández", el libro que escribió la viuda del 'poeta cabrero', del que hoy se cumplen 74 años de su muerte, se ha vuelto a reeditar con un prólogo nuevo escrito por Alfonso Guerra y con material gráfico.

Se trata de una cuarta edición especial para el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa Quesada, en colaboración con el Ayuntamiento de Orihuela, publicado por Ediciones de La Torre, que se presentará el 1 de abril en el Ateneo de Madrid.

"Muchos amigos de Miguel Hernández me han pedido, en numerosas ocasiones, que escribiera mis recuerdos sobre él. Esto unido a ciertos errores sobre la vida de Miguel que he observado en las biografías y en artículos de prensa me han movido a escribir estas páginas", escribe la viuda del poeta de Orihuela en el prefacio.

"Haber escrito esto, para mí -continúa-, que no soy de la familia de las letras, ha sido un gran trabajo. Pero como deber que me había impuesto, aquí están mis recuerdos, que cedo a los aficionados de la obra y la vida de Miguel, lo cual para mí es una satisfacción. También me satisface y es mi obligación rechazar versos que le aplican a su obra sin documento que los acredite. Al tiempo que aclaro frases y pasajes de su correspondencia conmigo".

En la vida y en la obra de Miguel Hernández hay una persona definitiva, a la que siempre regresa y le inspira sus poemas más hermosos. Esa mujer es Josefina Manresa, su novia de toda la vida, su musa.

Josefina Manresa Marhuenda (nacida el 2 de enero de 1916, en Quesada, -Jaén- y que falleció el 18 de febrero de 1987, en Elche -Alicante-) llega a Orihuela en 1927, donde es destinado su padre, natural de Cox y guardia civil de profesión. Ella es la mayor en una familia de cinco hermanos.

Y aquí en este libro, la viuda del poeta, comparte su faceta más humana y se acerca a la realidad de Orihuela, a la realidad rural de toda España. Las costumbres de hombres y mujeres que se vieron asaltados por una guerra y, sin embargo, tuvieron que continuar haciendo sus vidas en aquel contexto.

"Nadie creía que la guerra duraría tanto tiempo como duró. En un principio recuerdo que hasta decían que acabaría en 24 horas", escribe.

Con una prosa sencilla, la viuda de Miguel Hernández deja el testamento de su vida con el poeta y el legado que hay tras él en un libro entrañable, lleno de amor y de crudeza se convierte en la trastienda del poeta, completando su imagen en la voz de la que fuera su compañera.

El autor de "El rayo que no cesa" y "Viento del pueblo" murió de una tuberculosis el 28 de marzo de 1942, cuando cumplía condena en Alicante por su destacado compromiso con la causa republicana en la Guerra Civil.