Estrella Morente apenas contaba 15 años cuando, «enamorada de los clásicos» del flamenco, participó en la grabación de Omega, disco clave de la historia musical española en el que hace 20 años su padre, Enrique Morente, hermanó el cante con el rock de Lagartija Nick de forma audaz. «Formé parte de algo mágico que aún no sé etiquetar», recuerda la artista granadina, quien, según se desveló ayer, ocupará el lugar de su progenitor en los conciertos de aniversario que celebrará junto a la banda de Antonio Arias el 26 de noviembre en Barcelona y el 1 y 2 de diciembre en Valencia y Madrid.

De Omega destaca que fue «un trabajo único que dio la vuelta a muchas cosas» y que abrió «caminos verdes de esperanza». Presume, además, de que «los entendidos lo califiquen como el mejor disco de rock», dice subrayando ese «de rock». «Yo lo viví como un tesoro. Mi padre ahí estuvo grandioso y fue muy importante para él. Logró expresar de manera unánime las sensaciones que tanto le rondaban el alma desde hacía años», recuerda. El resultado, prosigue, no fue fruto de la casualidad, pues «no se crea algo como Omega de la noche a la mañana», y recalca «la calidad del legado» de su familia, esto es, «el respeto por todos y la curiosidad por la vida». j. herrero efe