Por si fuera poco desnudarse el hecho de escribir poesía, ahora es el eje central de un documental sobre su vida y su obra.

Sí y estoy muy agradecido por la manera en que lo han hecho Charlie y Alberto. Primero por pensar en mí, pero también porque la película es una reivindicación de la poesía, y se habla de la poesía en general, de una parte de la historia de España y el papel que ha jugado la poesía a partir de la democracia, y, sobre todo, lo que me ha permitido es hablar de la gente a la que admiro. De Alberti, Ángel González, García Lorca... a mi relación con los cantautores porque forman parte de la educación sentimental de nuestro país y han servido para divulgar la poesía. Me veo más hablando de la poesía que desnudándome a mí mismo.

¿Y cuando escucha a sus amigos, Sabina, Quique González, Estrella Morente, Almudena Grandes, con quien le une proyecto de vida también?

Pues veo que se reconstruye la atmósfera de la vida cotidiana. La tónica de nuestro grupo la puso Joaquín Sabina cuando resumió nuestra relación diciendo que si estamos trabajando hay que ser hipercríticos para que el producto mejore; ahora, una vez que sale a la luz, todos tenemos que estar como una piña diciendo que es una obra maestrra. Y esa conciencia de grupo se mantiene en la película porque son muy generosos.

¿Es importante la amistad?

Es muy importante por un doble motivo que tiene que ver con la poesía y con el sentido de la vida en mi poesía. Yo he sido una persona muy implicada con la realidad y más que una idea de la fama individualista o el triunfo egoísta, siempre he querido participar en ilusiones colectivas. Los amigos componen la familia que uno elige. Donde se establece la complicidad es en la amistad y mucho de la película va en ese sentido.

Dice Mendicutti que su poesía no es que sea fácil de comprender, es que comprende al lector.

Tiene que ver con la teoría literaria más inteligente. Desde hace unos años los teóricos de la literatura comprenden que para que se produzca el hecho poético es tan importante la presencia del autor como la del lector, que es el momento en el que surge la emoción que va buscando el poema. Yo me siento más seguro cuando hablo como lector que cuando hablo como poeta. Como autor hay que ser muy tonto para estar convencido de que eres un genio; como lector pues veo que soy como soy a través de los libros que he leído. No se trata de escribir para vender muchos libros, lo que hace un autor es establecer un diálogo con el lector. Se trata de que el lector sienta lo que siento yo al escribir.

Charlie Arnaiz, codirector del documental, se planteó mostrar al poeta pero también el resto de sus facetas. ¿Se reconoce?

Sí, porque los seres humanos afortunadamente somos muchas cosas a la vez y en ese sentido el ciudadano que yo soy tiene una dimensión política que yo heredé en la universidad de los últimos años de la dictadura. También una dimensión familiar, lo que significa dedicarme a la poesía y ser una persona comprometida en un ámbito conservador y el esfuerzo que hace uno para llevarse bien con sus padres pensando de forma radicalmente distinta. Soy un profesor que intenta contagiar su pasión por la literatura a sus alumnos. Y también soy el poeta que intenta imaginar un mundo alternativo al que vivimos.

La política mucha poesía no tiene, desde luego.

No, debería tener más. Yo defiendo mucho la política y me comprometo porque es uno de los ejercicios más importantes del ser humano y asegura una convivencia democrática. Y hago mucho caso a una reflexión de Antonio Machado. Su personaje Juan de Mairena le decía a sus alumnos: ten cuidado con quien te aconseja que no te metas en política porque eso significa que quiere hacer la política sin ti. Uno tiene la sensación de que los políticos tienen más preocupación por mantener su trabajo que por defender los valores. Todo eso es verdad, pero me parece que el descrédito de la política tiene el peligro de renunciar a ella y soy partidario de hacer la crítica que se merecen los políticos pero sin renunciar a la política porque es el ámbito de la articulación de la democracia.

Una cosa es estar comprometido y otra ser político ¿Qué enseñanza ha sacado de ser candidato por IU en Madrid?

He tenido la suerte de militar en política como escritor y como poeta. Entré en el ámbito de la política en la universidad, heredé la tradición comunista en los 70, participé en la formación de IU y fui candidato por ese partido en Madrid en un momento en el que otra formación le estaba quitando espacio. Y tan peligrosos son los que no quieren recuperar la memoria como los que se anclan en el pasado. Yo me presté por mi vinculación sentimental con una historia que me acompañaba toda mi vida. Pero ha sido muy enriquecedor el contacto con la calle.

¿Cómo ve el futuro de España.¿No es no o abstención?

Yo creo que está todo hecho. El PSOE tiene que decidir entre pactar con la izquierda o hacer la gran coalición con el PP. Lo que hemos visto es que algunos medios de comunicación y el sector más conservador del PSOE, que representa muy bien Felipe González, han reventado el partido socialista. Creo que el PP va a hacer el gobierno que le de la gana y el PSOE camina hacia la insignificancia política.

Usted enseña en la universidad. ¿Cómo valora lo que pasó el miércoles en la Universidad Autónoma de Madrid precisamente con Felipe González?

Me preocuparía más una universidad donde los alumnos no se movilizaran. Felipe González, que representa el poder económico, después de haber reventado la cúpula del PSOE, creo que se merece llevarse un mal rato.