Annabelle Birnie, directora del Museo de Drenthe en la ciudad de Assen (Holanda), es una «gran amiga» del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ),que ha visitado en una decena de ocasiones, y una de las artífices de que el próximo 25 de mayo se inaugure en Alicante la gran exposición internacional Mayas. El misterio de las ciudades perdidas, con la que se conmemora el 15 aniversario del MARQ desde que fuera inaugurado por la reina Sofía.

La exposición Mayas, que llegará a Alicante con cerca de doscientas piezas, surge en el contexto de la red European Exhibition Network (ENN), que se reunió en mayo de 2015 en las instalaciones del MARQ, y gracias a la colaboración de los museos de Assen y Speyer (Alemania), se ha sumado como tercera sede el centro alicantino.

En el Drents Museum de Assen, señala Birnie, la exposición fue visitada por 126.000 personas a lo largo de seis meses de exhibición y está convencida de que en Alicante el recorrido por la civilización maya también será un éxito.

«El MARQ es el museo perfecto para acoger la exposición porque tiene tres grandes salas -en nuestro museo estaba en una única sala grande- y puedes destacar las piezas en diferentes contextos», explicó ayer la responsable en Alicante, tras añadir que otra baza que juega a favor del MARQ es que «mientras nosotros no tenemos conexiones entre los mayas y Holanda, sí las hay entre España y los mayas, y aquí la exposición estará muy relacionada. Es un lu gar muy lógico para establecer relaciones, a partir de las expediciones españolas, además de compartir una lengua común».

La directora del museo holandés reconoció estar «muy contenta» por haber disfrutado de la exposición sobre la civilización maya, cuyas piezas proceden sobre todo del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala y de la Fundación La ruta Maya, «que tiene algunas piezas de 800 kilos con jeroglíficos que aún no se pueden leer completamente. Es un misterio y hay mucho que descubrir todavía en el mundo de los mayas, que es muy desconocido».

A su juicio, esta será una oportunidad de oro para los alicantinos de conocer esta antigua civilización, «aprender mucho de los mayas, de cómo eran y cómo vivían, de cómo pensaban en ciclos», además de que se incluye una parte sobre el templo de Tical, que no se vio en Holanda.

Annabelle Birnie destacó la importante colaboración que su museo mantiene con el MARQ, con el que ha habido intercambio de diversas piezas, como El Báculo y la espada, montaje en el que la mano de bronce de Lucentum se veía por primera vez en los Países Bajos, o las piezas cerámicas metálicas procedentes de Drenthe en el montaje Campaniforme.

«Los dos museos trabajamos para un gobierno provincial y nos organizamos de manera parecida, así que la relación es muy buena», indicó la holandesa, que considera que el MARQ es «uno de los mejores museos europeos».

Birnie dijo tener la impresión de que «todas las piezas que tiene el museo vienen del suelo, de la tierra, y lo que se encuentra aquí es importante, de los restos encontrados del pasado se puede entender el futuro».

Tanto el MARQ como el Museo de Drenthe son miembros fundadores de la red EEN y Annabelle Birnie ha visitado el MARQ en una de sus últimas jornadas como directora, ya que pasará a desarrollar en breve un puesto de gestión cultural en Amsterdam.