El frío como materia prima

El artista alicantino Enrique Jordá participa en el certamen de Esculturas en Hielo de Valloire en los Alpes franceses, donde ya fue premiado en 2010 La propuesta, una de las 20 seleccionadas de las 110 presentadas, lleva por título Crazzy zipper

El artista alicantino Enrique Jordá, en una imagen tomada ayer trabajando en uno de los bloques de hielo para dar forma a uno de los dientes de la cremallera. Abajo, el boceto de la obra.

El artista alicantino Enrique Jordá, en una imagen tomada ayer trabajando en uno de los bloques de hielo para dar forma a uno de los dientes de la cremallera. Abajo, el boceto de la obra. / información

CRISTINA MARTÍNEZ

Buscando nuevos materiales cuya manipulación diera como resultado una obra de arte, se fijó en el hielo. Eso fue en 2001, cuando leyó por primera vez las bases del certamen de Esculturas en Hielo de Valloire, localidad de los Alpes franceses. Entonces se planteó trabajar en el frío y este año ya es la séptima vez en la que su proyecto ha sido seleccionado en este concurso.

El alicantino Enrique Jordá comenzó a trabajar ayer en su propuesta Crazzy zipper, elegida como una de las 20 que van a ser una realidad, de las 110 presentadas de diferentes países del mundo. Y será el próximo viernes cuando la dé por terminada para que, por la tarde, el jurado decida qué piezas son merecedoras de un galardón, algo que este artista ya ha experimentado pues recibió el tercer premio del jurado de este concurso en 2010.

El frío como materia prima

El frío como materia prima

Una motosierra eléctrica, gubias que se usan para tallar madera y hasta una plancha «de las de la ropa» para alisar la superficie y pegar las piezas de hielo, son los elementos que maneja Jordá para «construir» este proyecto escultórico que tendrá unas dimensiones finales de 3 metros de alto, por 1,30 de ancho y 80 centímetros de fondo. Y para todo ello, necesita como imprescindibles unos buenos guantes, botas apropiadas y ropa de abrigo, de mucho abrigo, porque las temperaturas en esta estación de esquí de los Alpes rozan los 20 grados bajo cero.

Este artista, licenciado en Bellas Artes en Valencia, se encuentra ya en plena acción creativa con el horario cambiado. Por el día hay sol, así que se trabaja mejor cuando desaparecen sus últimos rayos, de manera que el hielo y la nieve no se deshagan e impidan moldear las piezas. «Trabajamos al aire libre y necesitamos que cuando más frío haga mejor, así que lo hacemos por la noche, colocan focos y así no hay problema», asegura este artista y también restaurador de piezas arqueológicas.

Crazzy zipper tiene que surgir de la materia prima que la organización pone a disposición de cada uno de los artistas seleccionados: un zócalo de nieve de un metro cúbico y cinco bloques de hielo de un metro de alto por cincuenta centímetros de ancho y veinticinco de fondo. En su proyecto se ha basado «un poco» en una estética de arte pop, «que lo que hace es rescatar elementos de consumo, cotidianos, conocidos universalmente y los enfatiza, los representa con un carácter monumental».

En estos momento, Jordá estaba trabajando con formas modulares y eso es lo que presenta en esta propuesta que es como «una cremallera desajustada en su mecanismo», afirma. «Quise representar este artilugio cotidiano que no coincide, que no está bien ajustado, como la vida misma, y con ello representar con un carácter monumental algo que es defectuoso y que también es un producto de consumo».

El cierre e la cremallera surgirá a partir del zócalo de nieve «que voy a utilizar como base» y luego los bloques de hielo van a convertirse en los dientes de la cremallera.

Jordá sabe que trabaja en una obra que tiene una vida corta. «Es un arte efímero, pero me parece muy interesante». De hecho, empezó a trabajar en hielo en 2001, tras leer las bases de este certamen. «No había hecho nada antes con hielo y vi que era una oportunidad para trabajar con un material diferente y poco usual en España». De hecho, este artista de 44 años recuerda que la primera vez «me pilló un poco por sorpresa que me seleccionaran». Por eso, tuvo que practicar y hacer pruebas durante un par de días en una fábrica de hielo en Alicante, «para ver cómo se podía trabajar este material».

Hasta el viernes le esperan duras y frías jornadas de trabajo. El viernes, el jurado decidirá si la obra de Enrique Jordá consigue alguno de los premios.

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