Han pasado muchos años desde aquel verano de 2002 cuando unos adolescentes de Xixona de entre 16 y 21 años empezaron a jugar, haciendo música y tocando por los bares del pueblo con el nombre de Mugroman. Después de doce años, de cinco discos publicados, de más de 300 conciertos donde han podido hacer decenas de amigos y amigas, de mil aventuras compartidas con los grupos que les han acompañado durante tanto tiempo, y de tantas historias vividas, este grupo se despide. Y lo hará a lo largo de este año con una gira de despedida que lleva por título L'última lluna, con la que quieren agradecer la fidelidad de sus seguidores.