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El crimen de Alcàsser: la novela

El escritor alicantino Sergio Mira saca a la luz los «puntos más oscuros» de aquella sentencia «fantasiosa» que culpó a Miguel Ricart de los asesinatos de Desirée, Miriam y Toñi

El crimen de Alcàsser: la novela

Desirée, Miriam y Toñi fueron secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas el viernes 13 de noviembre de 1992. Fue el «crimen de Alcàsser», que deparó un juicio excesivamente extraño, repleto de sombras, en el que se condenó como único culpable a Miguel Ricart. Una sentencia «fantasiosa», según el escritor alicantino Sergio Mira, quien se ha documentado minuciosamente para trabajar una obra, una novela, que recrea aquellos terribles hechos que conmocionaron a toda España sacando a la luz «los puntos más oscuros», todo cuanto está envuelto «en un halo de misterio y mentira».

«Casualidad o no, hemos de pensar que la versión oficial (y la sentencia por la que Miguel Ricart fue llevado a prisión) se basa en un trozo de papel que aparece cerca de la fosa (en enero de 1993), pero fechado seis meses antes, papelito que, a nombre del hermano de Antonio Anglés, había permanecido allí tres meses a pesar de los vientos y las lluvias que asolaron el monte. Todo el levantamiento de los cadáveres es un despropósito, a lo que hay que sumar que jamás se hizo una reconstrucción de los hechos. Si hay una mano negra tratando de ocultar la verdad, creo que hoy por hoy nunca se sabrá. Pero cuestionarse lo que nos cuentan, no creerse a pies juntillas lo que nos dictan y cotejar todas las versiones y datos es un requisito indispensable para la ciencia», señala Sergio Mira, que ha trabajado a conciencia todo el proceso de documentación, revisando al detalle los 4.000 folios de los que se compone la sentencia, a un lado bibliografía disponible de la época.

«Simplemente leyendo la sentencia se ve que es imposible que los hechos sucedieran como se cuentan. Lo que he procurado hacer yo es analizar punto por punto esa fantasiosa sentencia, revelando los puntos más oscuros, con tal de que sea el lector quien extraiga sus propias conclusiones. No es mi intención pontificar sobre un crimen que solo las niñas y sus asesinos saben cómo sucedió, y no soy quién para señalar posibles culpables o responsables. Pero sí creo que es necesario que se desmonte esa inverosímil versión oficial para que sean más los que crean, y a partir de ahí indaguen y profundicen, que ese fatídico viernes 13 de noviembre de 1992 no ocurrió nada de lo dicen que ocurrió en aquella caseta de La Romana. Por eso no se encontraron restos de sangre ni ADN ni nada allí. Y por eso tampoco hallaron restos biológicos del único acusado del triple crimen (aunque sí vello púbico de otras personas)», agrega Sergio Mira respecto a esta obra con «99 por ciento de realidad» y con la que solo se ha permitido una pequeña licencia para la ficción, que acontece cuando se produce la reciente salida de prisión de Miguel Ricart y es posible leer sus pensamientos.

La obra ( El crimen de Alcàsser, Editorial Avant) se ha basado fundamentalmente en la documentación que hay disponible, ya que fue muy complejo completar el campo de investigación con nuevas entrevistas. «Todo aquel que tuvo relación con el caso (testigos, familia, amigos...) se mantiene al margen, algo que, por otra parte, es entendible. Aunque yo digo siempre lo mismo: en un crimen las únicas personas que pueden contar lo que realmente sucedió son la víctima y el verdugo. En Alcàsser, Miriam, Toñi y Desirée no nos pueden decir nada y, por desgracia, sus cuerpos, tal como fueron tratados en las autopsias, tampoco; y Miguel Ricart nos contó tantas versiones, a cada cual más increíble, que todo está envuelto en un halo de misterio y mentira», indica.

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