La cantante y modelo Carla Bruni Sarkozy, exprimera dama francesa, señala que el tiempo que pasó en el Palacio del Elíseo como cónyuge de Nicolas Sarkozy fue un honor, lo que no quita que viera como un alivio abandonar la sede de la Presidencia.

«Fue un honor estar (allí) y, sin embargo, un alivio irse», indica en el número de septiembre de la revista Vanity Fair, según declaraciones publicadas ayer por los medios franceses.

Bruni dijo además que estaba satisfecha con el hecho de que el expresidente conservador, derrotado en las elecciones de 2012 por el socialista François Hollande, haya dejado la política. «Estoy contenta de que mi hombre haya salido de esa guerra, de esa batalla tan brutal», añadió la cantante, que sacará su próximo disco, French Touch, el próximo octubre.

Bruni, que se casó con Sarkozy en 2008 y tiene con él una hija de cinco años, Giulia, recalcó que abandonar el Elíseo «no fue más difícil que salir de un museo bonito», pese a que a ella le gustara la majestuosidad de ese edificio, construido entre 1718 y 1722 y ubicado en una de las zonas más exclusivas de París.

«La belleza de los palacios de la República hace honor a nuestro patrimonio. Yo soy latina. Me gustan los palacios sicilianos, las molduras, los espejos, las alfombras, los parqués», dijo a Vanity Fair la franco-italiana, de 49 años, 12 más joven que Sarkozy.

Cuando el pasado año el que fuera presidente hasta 2012 volvió a la política y perdió las elecciones primarias de su partido, Carla Bruni fue su gran apoyo. De hecho, pocas horas después del desastre electoral, Bruni compartía en Instagram una foto de su marido, de perfil mirando al suelo, en un envejecido tono sepia con un mensaje: «A veces los mejores pierden. Bravo, mon amour. Estoy orgullosa de ti».

Cuando Sarkozy confirmó que lucharía por ser el candidato de la derecha a las presidenciales, la modelo y cantante aparcó incluso la publicación de su último álbum de recopilatorios, que debía salir este otoño, para mantenerse en un segundo plano. No abandonó sus proyectos de moda y mucho menos su cuenta de Instagram, a la que es asidua. A sus más de 60.000 seguidores los cautiva a diario con fotos de su juventud, imágenes de sus ídolos de la música y la moda, y de su hija,