«No necesitamos tanto estrenar como hacer más funciones de cada montaje». Son palabras de Pascual Carbonell, director, autor y actor alicantino. Y lo dice mientras los actores también de la provincia Juansa Lloret y Ernesto Pastor se pelean -en el sentido literal- sobre el escenario.

Primera semana de ensayos en el Teatre Arniches de Alicante de Caries, obra del dramaturgo alicantino Juan Luis Mira, que ha sido elegida por el Instituto Valencià de Cultura como producción alicantina de la temporada. Se estrenará, bajo la dirección de Carbonell, el 3 de noviembre en el marco de la Muestra de Autores Contemporáneos, volverá al Arniches en noviembre (24 y 25), irá a Castellón (9 de diciembre) y después dos semanas en Valencia, donde se hará en valenciano. Doce funciones en total, algo que parece un logro después de que la producción que se hizo el pasado año desde la Generalitat de la obra de Lola Blasco La armonía del silencio no llegara a la decena.

«Antes de una obra se hacían cuarenta o cuarenta y cinco funciones; ahora si llegas a diez eres la leche», asegura el director y responsable de la compañía La Tribu del Erizo. «Y no es lo mismo hacer cuarenta funciones en diez meses que ocho porque el teatro para mejorar necesita representarse».

Tiene en las manos el texto que firma Juan Luis Mira, una comedia más de sonrisa que de risa, como afirma el autor. «Es una crítica a las farmacéuticas a partir de un caso real, el de un científico alicantino que descubre un inhibidor de la caries y a partir de ahí se encuentra con muchos problemas por la presión de la industria y los intereses comerciales».

Una comedia, sí. Pero de las que te hacen pensar. «Tiene un transfondo serio, un tema interesante para que el público lo conozca y si puede ser a través de una sonrisa, mejor».

Los ensayos comenzaron el 19 de septiembre, después de que el IVC eligiera la obra de Mira y le encargase a Pascual Carbonell la dirección del montaje. «Los actores tenía claro que fueran ellos, dudaba de la actriz así que hicimos un casting y elegimos a la valenciana Arantxa González. Se unieron el ganador de varios premios Max Juanjo Llorens para la iluminación, Manolo Ochoa como ayudante de dirección, Joan Miquel Reig para escenografía y vestuario, y José Antonio Pérez para realizar esa escenografía. «Estoy muy contento con el equipo y el texto de Juan Luis da mucho juego, para mí es un placer y un orgullo, y también una responsabilidad pero me siento muy seguro con todos ellos».

Un equipo al 99% alicantino para la segunda producción consecutiva que realiza el IVC en Alicante. «Somos la segunda producción alicantina del Institut Valencià de Cultura. Estamos en el buen camino pero lo habremos conseguido cuando esto ya no sea noticia. Lo importante es que la voluntad desde este organismo es continuar». Carbonell habla del excelente teatro que se escribe en Alicante, de los actores que se tienen que ir, pero también de los que se quedan y quieren vivir del teatro. «Es interesante recuperar actores pero también hacer profesión, crear tejido, industria en Alicante para que los que hemos aguantado y seguimos en Alicante podamos vivir de esta profesión». Y eso, afirma, «se consigue con medios, produciendo con continuidad... Este es el inicio de un camino larguísimo».

En principio en diciembre terminará el recorrido de Caries. Pero durante dos años, la compañía de Carbonell, La Tribu del Erizo, podrá moverla por los escenarios. Ya sin el paraguas del IVC, pese a que es una producción realizada con dinero público.