Obras de once artistas de la provincia de Alicante forman ya parte del patrimonio de todos los valencianos tras la adquisición reciente por parte de la Conselleria de Cultura, que ha invertido este año a punto de concluir un total de 512.853 euros en la compra de 33 piezas de artistas de la Comunidad Valenciana. El departamento que dirige Vicent Marzà inicia así su apuesta por el arte contemporáneo actual con el que se conformará una colección propia de la Generalitat Valenciana.

Cataclismo I, de Àngel Masip (Alicante, 1977); Gracias, de Aurelio Ayela (Alicante, 1970); Spectrum Screensaver, de Inma Femenía (Pego, 1985); Sistema inherente Investigación. Serie Mise en Scène XVI, de Mira Bernabeu (Aspe, 1969); Aeronave de rescate, de Olga Diego (Alicante, 1969); Cantos rodados a la memoria, de Paloma Navares (Burgos, 1947); F=P.e/1, de Rosana Antolí (Alcoy, 1981); Paracas, de Teresa Lanceta (Barcelona, 1951); Lanscapefactorytoward Sci-Fi#5, de Jesús Rivera (Alicante, 1981); Structure 3#, de Moisés Mañas (Elda, 1973), y Aquestes coses que fem avui en dia, de Damià Jordà (Alcoy, 1982) son las obras que se han comprado de artistas nacidos o afincados en las comarcas alicantinas.

Junto a ellos, la lista se completa con otros 13 artistas valencianos y 9 procedentes de Castellón, en su mayoría profesionales consolidados y reconocidos en su trayectoria pero también jóvenes valores, a quienes la Generalitat Valenciana ha adquirido una obra por artista.

Las piezas han sido seleccionadas por una comisión formada por trece expertos -incluido el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel; José Miguel García Cortés, director del IVAM; el crítico Román de la Calle o la conservadora del MACA, Rosa Castells, entre otros- y coordinada por el director del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana, José Luis Pérez Pont, quien señaló que esta compra supone el primer paso para el inicio de una colección que prevé irse ampliando año a año.

Entre los criterios de selección se ha valorado la calidad de las obras y se han aplicado criterios de equilibro territorial y de género, por lo que 16 obras corresponden a hombres, 15 a mujeres y otras dos pertenecen a proyectos colectivos. La diversidad de propuestas abarca pintura, escultura, instalación, fotografía, video, murales y técnicas mixtas.

Aunque la generalitat había comprado anteriormente arte a través de museos como el IVAM, esta es la primera vez que directamente se realiza compra pública de obra a los artistas para este fondo patrimonial, que permite «crear una demanda agregada en el mercado del arte valenciano y potenciar la adquisición». Este fondo, además, permitirá desarrollar futuras exposiciones a lo largo del próximo año que recorrerán la Comunidad Valenciana para divulgar la obra adquirida.

Alicantinos como Olga Diego o Aurelio Ayela valoraron muy positivamente la iniciativa tras unos años de crisis económica que han afectado especialmente al mercado del arte y que han dificultado la creación de nuevos proyectos.