Flautista en la Orquesta del Teatro Español, oboista en la Orquesta del Teatro Principal, fundador de la Orquesta Sinfónica de Madrid junto al maestro Arbós, primer director de la Banda Municipal de Alicante, catedrático de oboe en el Real Conservatorio de Madrid, director de la Orquesta Sinfónica de Alicante en 1939, profesor de orquesta del Teatro Real, de la Capilla Real y de la Sociedad de Conciertos de Madrid, director de la sociedad musical La Wagneriana. Y autor del pasodoble Les Fogueres de Sant Chuán, convertido en himno de las Hogueras.

Estos son solo algunos de los méritos del maestro alicantino Luis Torregrosa (1871-1960), cuyo nombre -ya que tiene una calle en la ciudad- se conoce más que su música. Así lo pensó el músico e investigador Aitor Escorza, miembro fundador de la asociación Cercle Històric-Musical d´Alacant, que se propuso recuperar y dar luz a la vida y obra de este músico y compositor alicantino. Y en ese trabajo de investigación encontró tres obras inéditas de Luis Torregrosa.

Dos de las composiciones -un pasodoble y un boceto- llevan por título Mabil y fueron compuestas en 1947, dedicadas a su nieta mayor, María Isabel. La tercera es una marcha, titulada Miguelín, también dedicada a un nieto, pero no tiene fecha. Y precisamente será Aitor Escorza quien estrene estas tres obras mañana, en un concierto que se celebrará en el ADDA, a las 20 horas, al frente de la Banda Municipal de Alicante, que Torregrosa dirigió por primera vez en 1912, cuando se fundó, y que encabezó durante 32 años.

«Empecé a documentarme para hacer el trabajo fin de grado de mis estudios de director de orquesta en el Conservatorio Superior de Murcia», destaca Escorza, quien eligió a Torregrosa porque «es una figura que me parece muy relevante para la cultura alicantina, pero no se conocen muchas obras suyas».

Así se propuso escribir su biografía, «que aún está a medias», y hacer un catálogo de sus obras que también está en marcha. Precisamente ese rastreo para recopilar las piezas compuestas por Luis Torregrosa le llevó al archivo de la Banda Municipal de Alicante. Después a la Biblioteca Municipal de Valencia, donde se encuentra la sección Biblioteca Musical de Compositores Valencianos. «Allí la familia había donado la mayoría de la documentación y sus manuscritos». El siguiente archivo fue el de la Sociedad Musical La Esperanza de San Vicente, «porque una vez jubilado, en 1946, asumió su dirección y estuvo allí un tiempo que todavía no he podido determinar, parece que unos seis o siete años».

El último paso fue contactar con la familia y ahí fue donde encontró dos de las obras. «Me reuní con su nieta mayor, que vive en Alicante, y tenía las partituras de dos obras que su abuelo le dedicó», destaca el investigador. De hecho, «ella nunca ha escuchado esta música porque parece que no se llegaron a estrenar».

La tercera se encontraba en el archivo de la Sociedad Musical La Esperanza, algo que lleva a pensar al investigador que la obra la compuso también a finales de los años 40 del siglo pasado, ya que Torregrosa dirigió esa agrupación durante algún tiempo desde 1946.

Esto ocurrió entre octubre y noviembre de 2016. Desde entonces el trabajo ha sido el de recuperación y transcripción a ordenador de las obras con el objetivo de que puedan ser interpretadas. «En el caso del boceto, se conservaba tanto la partitura general, que es en la que figuran todos los instrumentos, como la partitura para cada sección; del pasodoble solo ha aparecido la partitura general y de la marcha, lo contrario, solo las partituras de cada instrumento».

Su trabajo ha sido completar las obras «y hacer una edición crítica, de manera que las he transcrito todas revisando errores, para que de cara a interpretarlas sean más fáciles de leer que un manuscrito».

Aitor Escorza resalta que, aparte de Les Fogueres de San Chuán, su única obra que está grabada es una marcha, Entre palmeras, junto a la Banda Municipal de Alicante. «Precisamente esta agrupación tocó en el concierto del Día de la Constitución la marcha Alicante, que en su día tuvo mucho éxito, dedicado al entonces alcalde Ricardo Pascual del Pobil, pero nunca se grabó».

En su opinión, las obras que se van a interpretar mañana son «de gran calidad», de carácter «bastante alegre y festivo, porque casi todo lo que hacía era así», afirma. «Son piezas interesantes e incluso complicadas, muy breves también, en comparación con lo que acostumbramos a oir hoy», aunque, puntualiza, «la mayoría de las obras no sabemos cómo suenan porque ni se suelen tocar ni están grabadas».

La idea es ir «poco a poco» recuperando todas sus obras, publicar las partituras «para que se puedan interpretar y también intentar incluso hacer alguna grabación, algún disco monográfico para rescatar su figura». El año que viene, además, se cumplen cien años de la participación de la Banda Municipal en los certámenes de Bilbao y Valencia. Para entonces, su objetivo es recuperar la partitura de la transcripción para banda que hizo Torregrosa para esa ocasión de la obertura de la ópera de Wagner Los maestros cantores de Nuremberg.

De momento, mañana Torregrosa estará de estreno. Allí estarán dos de sus nietos, a los que él dedicó estas obras, que ahora se escuchan por primera vez.