El escritor jienense Guillermo Fernández Rojano se ha alzado este año con el Premio Internacional de Poesía «Miguel Hernández-Comunidad Valenciana» con un poemario que lleva por título Hijos de la piedra, elegido entre las 300 propuestas que se presentaron a concurso. El galardón, convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández, está dotado con 8.000 euros, un elemento artístico acreditativo y su publicación a cargo de la editorial madrileña Devenir.

El fallo se hizo público ayer en un acto celebrado en el Palacio de Tudemir de Orihuela por un jurado que ha estado presidido, por su condición de patrono de la Entidad, por Francisco Javier Díez de Revenga, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Murcia. Además, ha estado integrado por la poeta Blanca Andreu, los poetas y profesores Joaquín Juan Penalva y Arcadio López-Casanova (Universidad de Valencia), y el editor Juan Pastor. El director de la entidad convocante actuó como secretario.

Díez de Revenga destacó ayer el homenaje implícito a Miguel Hernández por parte del autor, al titular su poemario como el libro homónimo de teatro del oriolano. Sin embargo, apuntó que se trata de un homenaje meramente formal. «Se trata de un libro dotado con una gran imaginación y cohesión estructural, en el que se concilian poemas en prosa y en verso, con un lenguaje atrevido, indagador de los límites expresivos, que supera la propia realidad para ser original», apuntó ayer. Por su parte Joaquín Juan Penalva resaltó la ordenación de los textos, con la oportuna aparición de referencias culturales. El editor Juan Pastor mencionó «la coherencia interna del libro y su fuerza». Asimismo, adelantó que el poemario saldrá publicado en otoño con una tirada de 1.500 ejemplares.

«Armonioso y fluido»

Blanca Andreu, por su parte, subrayó el interés y originalidad del poemario ganador, así como su modernidad formal, culto por las referencias, armonioso y fluido. El profesor Arcadio López Casanova indicó la gran variedad temática, rítmica y de tonos del libro, que lo dotan de personalidad y originalidad. Tanto el presidente del jurado como el director de la Fundación Cultural Miguel Hernández incidieron en cuanto de homenaje tiene el fallo del Premio en la víspera del 76 aniversario de la muerte del poeta oriolano.

Las 300 obras que optaban este año al galardón procedían de países como Argentina, Bélgica, Colombia, Cuba, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Ecuador, Francia, Inglaterra, Italia, Malta, México, Noruega, Perú, Suecia o Uruguay, además de diferentes provincias españolas.