La multinacional estadounidense Apple presentó ayer sus nuevos modelos de teléfono inteligente, los iPhone XS y XS Max, con una pantalla cubierta por un nuevo tipo de cristal, protección especial ante líquidos y disponibles en color dorado, plateado y gris.

«Hoy llevamos el iPhone X al siguiente nivel. Os presento el que es, de lejos, el iPhone más avanzado que jamás hayamos creado», indicó durante la presentación el consejero delegado de Apple, Tim Cook.

El iPhone XS tiene una pantalla de 5,8 pulgadas (14,7 centímetros) con tecnología OLED, introducida en los modelos del año pasado y que incrementa el contraste y el brillo con respecto a las pantallas tradicionales LCD.

Apple también presentó una versión más grande de este mismo teléfono, bautizado iPhone XS Max, que tiene una pantalla de 6,5 pulgadas (16,5 centímetros), la más grande de la compañía hasta la fecha.

Apple ha incrementado el tamaño de las pantallas sin prácticamente aumentar las dimensiones de los teléfonos con respecto a sus predecesores, de manera que, por ejemplo, el iPhone XS, que tiene una pantalla igual de grande que el X, es en su conjunto un dispositivo más pequeño.

Entre las novedades del nuevo teléfono también se encuentran mejoras en la reproducción de imágenes mediante las tecnologías Dolby Vision y HDR10, altavoces con mayor amplitud de sonido estéreo y un incremento de la velocidad del sistema de reconocimiento facial introducido el año pasado.

La protección ante el agua se ha mejorado de manera que los teléfonos no se estropeen incluso si caen a una piscina y se han hecho pruebas con todo tipo de líquidos, «incluso cerveza», apuntó el vicepresidente de Marketing de la compañía, Philip Schiller.

La multinacional presentó también una nueva versión de su popular reloj inteligente, el Apple Watch Series 4, que incluye como principal novedad una pantalla un 30 % más grande que el anterior modelo. Se trata del mayor rediseño del reloj desde que la empresa californiana lo sacara al mercado en 2015, fundamentalmente gracias a una pantalla que prácticamente prescinde de los marcos, por lo que las aplicaciones disponen de más espacio para mostrar información.