La Masajista y el Hotel Red Pleasure es un título sugerente.

Es una novela erótica porque lleva contenido erótico, pero también tiene una buena trama de fondo, no es simplemente erotismo. Tiene una historia, la de una chica que la ha dejado su novio por su compañera. Se queda muy tocada y su amiga Mila le cuenta que ha descubierto un hotel donde pulsas un botón rojo y sus fantasías sexuales se cumplen al instante. Y no te cuento más.

Es su cuarta novela erótica. ¿Por qué este género?

Todo empezó como un juego. Fue además mi marido el que me lo dijo. Yo tenía una página en facebook con reflexiones, nada que ver con lo que hago ahora. Era más bien en plan filosófico. Como me seguía mucha gente, mi marido me sugirió que escribiera algo más divertido, un relato erótico. No sabía, porque no había probado nunca, pero lo hice y fue el primer capítulo de la primera novela, Viaje a Cancún. Se enganchó y me pidió que escribiera más. Lo hice de tirón. Me gustó mucho el género erótico, pero siempre con una trama. El contenido sexual me lo piden y a mí me gusta añadirlo a mis novelas.

Házmelo como tú sabes, Lo que quiero lo consigo y Solo quiero morir a tu lado son sus tres novelas anteriores, que se han colocado en los primeros puestos de ventas.

Y La Masajista está numero uno en erótica, en el número 3 de recomendados y 3 también a nivel nacional de narrativa.

Dice que la literatura erótica está de moda. ¿A la gente le gusta más leer que hacer?

Yo creo que son las dos cosas. Se estimulan mucho leyendo mis novelas porque de hecho me han escrito parejas que estaban de capa caída y con mis historias han recuperado su relación. Un hombre de más de 50 al leer la primera novela me escribió para felicitarme porque lo había hecho con su mujer por toda la casa, que habían revivido la pasión y leían el libro los dos juntos. A mí eso me llena de satisfacción, me da alegría.

¿ Cuáles son sus referentes de este tipo de novela?

Te juro que no había leído prácticamente nada erótico. Me gustaba mucho Johanna Lindsey, la había leído hacía muchísimos años. A mí me gustan mucho Ken Follet y Stephen King, para que veas. Ahora sí que leo mucha novela erótica, pero no para coger referentes sino para evitar parecerme y caer en historias repetidas. Pero me gusta la escritura erótica que hacen las mujeres. Cuando lees a un hombre narrando en voz de una mujer no te transmite igual. Aunque también hay muy buenos autores eróticos.

¿Por qué el éxito de este género?

No lo sé. Creo que mi secreto por decirlo de alguna manera es la forma de escribir, la claridad. Escribo y soy bastante explícita, no peco de vulgar pero soy muy explícita porque hablo como hablarían dos personas cuando están haciendo el acto, lo que se dirían. Soy realista en ese aspecto y eso a la gente le gusta.

Dicen que toda novela tiene algo de autobiográfica.

A ver, en lo sexual y eso te digo que no. Hago muchas piruetas pero en mi mente. Cuando lo lee mi marido me dice que de dónde saco esto. Después, de ahí a la realidad hay un gran abismo. Pero todas las protagonistas tienen algo de mí, formas de expresarse o en manías. Eso no lo puedes evitar.

Si tuviera que poner un límite entre novela erótica y novela pornográfica...

Yo me tengo que poner a pensar qué hacer para innovar y darles más en las escenas eróticas. Tienes que hacer una novela que te enganche por una trama y después darle el contenido sexual. Cuanto más caliente sea la escena mejor para los lectores porque es lo que me demandan. En ocasiones tengo que meterme en webs porno. A veces he tenido que pasar ese límite, he tenido que describir cosas que en mi vida real ni sabía que se podían hacer. Es la forma de contar las cosas lo que separa el erotismo y la pornografía. Pero lees mis libros y te ponen. Al fin y al cabo todo es sexo y es válido si dos personas lo consienten. A la hora de escribirlo me he tenido que mentalizar y meterme en la piel del personaje.No puedo escribir una escena sea cual sea sin meterme en ella. Y a veces te cuesta.

Lo que quiero lo consigo es el título de su primera novela. ¿También el lema de su carrera?

No soy una persona ambiciosa, lo único que quiero es que se lean mis libros. Si por mí fuera a veces lo daría gratuitamente pero el mundo no funciona así. Es cierto que fue una sorpresa porque al mes de publicarse llegó a número uno y estoy muy agradecida a los lectores. Es lo más grande que un escritor puede tener.

¿Podrían tildar sus obras de machistas o de feministas?

Yo creo que está equilibrado. La mujeres se ponen mucho con mis novelas y los hombres también. Házmelo como tu sabes quizás esta escrito más para público femenino de forma voluntaria. A la mujer siempre la hago evolucionar mucho y creo que está bastante equilibrado en ese aspecto.

Es que el tema está muy candente con todo el movimiento MeToo y el No es no.

Yo nunca me meto en esos temas. Respeto a todo el mundo pero a mí que me respeten. Dos personas adultas, si las dos consienten, todo vale. En mis novelas lo enfatizo, le dice un personaje a otro «no voy a hacer contigo nada que tu no quieras». Y eso es lo que debe ser. Una persona no puede obligar a otra a hacer lo que no quiera. Lo que no veo normal es que se esperen diez o quince años para denunciarlo porque puede plantear más dudas y pueden salir denuncias falsas.