? Margarita Martínez Coves se ha centrado en el «deep learning», es decir, en las redes neuronales de la Inteligencia Artificial para desarrollar una herramienta que sea capaz de distinguir el estado de una persona. «Diferencia entre una cara feliz, de dolor o neutra después de haberle mostrado miles de imágenes de rostros con dolor y sin dolor», afirma. «Las caras de dolor las saqué de un estudio de fisioterapeutas que hacían ejercicios a personas con daño crónico en un hombro y a otras que no padecían dolor», precisa Margarita. «Pacientes en coma no muy profundo son capaces de cambiar su expresión facial y también lo hacen otros que no pueden comunicarse. El sistema alertaría a las enfermeras para que acudieran a la habitación y paliaran el problema», indica.