La Feria del Libro de Alicante 2019 se instalará en la plaza de Séneca (dentro y fuera del edificio) y se adelanta un mes respecto al año anterior para celebrarse del 29 de marzo al 7 de abril. Así se decidió ayer en una reunión mantenida en la Concejalía de Cultura por la edil María Dolores Padilla con libreros, la Universidad de Alicante, el Instituto Gil-Albert y representantes de El Corte Inglés y Fnac Bulevar.

El Ayuntamiento, como sucede desde 2017, será quien organice la feria volviendo a la idea inicial que se planteó antes de Navidad de abandonar Federico Soto y probar en Séneca en estas fechas. Con ello se pone fin al intento último de la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros de Alicante -que no estaba de acuerdo con el cambio- de mantenerla en Soto -donde se celebraba desde 2013, y anteriormente, en la Explanada y en verano- y alrededor del Día del Libro, pero su presidente, José Antonio López Vizcaíno, no ha encontrado financiación suficiente para llevarla a cabo por su cuenta.

La edil María Dolores Padilla ha avanzado que en un plazo máximo de diez días se conocerán los detalles de programación, quién la coordinará, autores que vendrán y cifra de librerías que participarán en la cita con la literatura, así como presupuesto global y coste de los stands para los libreros, que este año será una cantidad fija para todos (el pasado año los libreros asociados pagaban menos que los no asociados).

Las casetas, que tienen un precio cercano a los 575 euros, se sustituirán ahora por stands o expositores con estanterías traseras, ya que se instalarán en el interior del edificio de la antigua estación de autobuses, expuso ayer Padilla, y el precio estimado sería de 280 euros, aunque no está cerrado aún y se intentará rebajar cotejando otros presupuestos. La edil añadió que se contempla desarrollar el programa de actividades de la feria dentro y fuera del edificio.

Padilla ha manifestado que «se ha debatido el lugar y las fechas entre todos los presentes, cada uno ha dado su opinión y se ha decidido todo por unanimidad», apuntó la concejal sobre la reunión, que fue convocada el día anterior.

Entre los argumentos del Ayuntamiento para cambiar la ubicación -que ya fue sugerida por algunos libreros del Gremio el pasado año por el exceso de ruido en Soto-, se ha esgrimido que la feria «va perdiendo año a año potencial. Es una feria en un lugar de paso, que no atrae al comprador específico de libros y que con frecuencia se confunde con otras actividades que se realizan en la zona, lo que conlleva una falta absoluta de identidad y de capacidad de atraer visitantes».

Por ello, considera que el traslado a Séneca «es un nuevo comienzo para esta actividad, que desde el principio se pretende que sea original y con capacidad para atraer no solo a los compradores de libros de Alicante, sino también, con el tiempo, a los del resto de la provincia». El Ayuntamiento quiere empezar en Séneca «un camino que nos lleve a recuperar el esplendor perdido por la feria del libro y que sirva de escaparate para los empresarios libreros».

Desde el Gremio de Libreros aún desconocen qué librerías asociadas se sumarán a la feria, aunque la alicantina 80 Mundos ya ha manifestado que acudirá, al igual que la independiente Llibres Chus de Sant Joan. El presidente del Gremio, Vicente Pina, de la librería Códexde Orihuela, ya anunció que este año no acudiría con su librería por dificultades de organización, pero el viernes mantendrán una reunión para abordar este tema y conocer qué librería está dispuesta a acudir. Pina mostró su satisfacción por que la feria «siga viva» pero recordó que aún queda «mucho por hacer» para que la feria lo sea «para toda la provincia».

López Vizcaíno, también responsable de la editorial ECU, señaló que no va a poner «ninguna traba a la feria, iré por responsabilidad», y avanzó que él acudirá con pocas casetas: dos. No ocultó su malestar con el cambio de sitio «no estoy convencido, creo que allí no hay público, pero hay que ir para probar. Es una aventura».