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La deuda del Principal sigue en el aire

El contrato de compra de participaciones del teatro alicantino por la Generalitat solo contempla que los 3 millones abonados se destinen a reformar el edificio y no menciona el déficit

Una de las fachadas deterioradas del Teatro Principal de Alicante RAFA ARJONES

La cancelación de la deuda del Teatro Principal de Alicante tendrá que esperar. Al menos hasta que la Generalitat compruebe con Patrimonio por qué en el contrato de compra de participaciones del coliseo alicantino se incluyó que parte de los 3 millones de euros aportados por la adquisición -y que desembolsó en diciembre de 2018- se destinarán a la reforma del edificio, pero no se menciona que también servirán para cancelar el déficit. Un déficit que, además, se ha visto incrementado en el ejercicio de 2018 en 170.000 euros, sumando un acumulado histórico de 950.000 euros.

El secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, asistía ayer al Consejo de Gobierno y la Junta General del teatro, en representación de la Generalitat que tomaba posesión como nuevo propietario de esta entidad cultural, junto al Ayuntamiento de Alicante y el Banco Sabadell. Girona dejó claro tras la reunión que «hemos dejado sobre la mesa el tema de cancelar la deuda porque en el acta notarial de compra no lo incluye y queremos tener más información de Patrimonio de la Generalitat sobre por qué no consta ese punto y sí la reforma del teatro».

No obstante, apuntó, «hemos hecho constar en acta que no tenemos ningún problema en que se pague la deuda, pero queremos informarnos bien». La voluntad recalcó, no obstante, «es que se salde la deuda y empezar de cero».

También destacó que se había dejado en suspenso la aprobación del presupuesto para 2019 por considerar que faltaba información y manifestó su intención de que en el futuro el Principal se constituya como fundación, «algo con lo que están de acuerdo todas las partes», porque permitirá tener «una mejor fiscalización y programar con más tranquilidad». Programación que la Generalitat quiere que se haga con «la filosofía» de que se trata «de un teatro público».

Tanto este tema como el de la elección de nueva dirección para el Principal se ha postergado para después de las elecciones, «porque todos estamos de acuerdo en que es un momento difícil y de cambio». Girona afirmó que no habían entrado en la aprobación de las cuentas de 2018, «porque nosotros no estábamos».

Precisamente ambos aspectos fueron aprobados, aunque el déficit en 2018 fue de 170.000 euros, lo que aumenta la deuda total a 950.000 euros. Además, se registraron 25.000 espectadores menos y la facturación cayó de 2.600.000 euros en el año 2017 a 1.100.000 en 2018.

Mala gestión

A la vista de estas cifras, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, destacó que «cuando hay una pérdida así de espectadores hay que dar muchas explicaciones» y afirmó que «no se han dado explicaciones que justifiquen el agujero de 950.000 euros que acumula ya el Teatro Principal». La única explicación, según el alcalde, «es que a los alicantinos no les ha gustado la programación de 2018 que hizo el señor Sanguino (director del Principal)».

Barcala manifestó que «todo eso es un problema de gestión y de falta de previsión. Además como el presupuesto para 2018 no se ha cumplido ni las directrices de gestión que el propio director se había autoimpuesto, al final esos son los resultados, los pésimos resultados. Hemos hecho constar que reprobábamos la gestión, teníamos que censurar y decir que la gestión del Teatro Principal en 2018 ha sido muy mala».

En el transcurso de la reunión, el director del coliseo alicantino, Paco Sanguino, presentó su cese, como ya anunció hace dos meses, por lo que se decidió que sea la concejal de Cultura, María Dolores Padilla -que ya dirigió esta entidad de la que es además administradora en excedencia-, quien lleve las riendas hasta que pasen las elecciones municipales.

Sanguino aseguró que «ya había avisado en la primera reunión que este año habría déficit por la falta de musicales» y asumió que de los 950.000 euros de déficit, de su gestión se desprenden 335.000 euros de 2016 y 170.000 de 2018. «El resto, 450.000 euros, es acumulado de anteriores ejercicios en los que yo no dirigía el teatro». En este sentido, según apuntó, la Generalitat, cuando aportaba dinero, acumuló 191.836 euros de deuda, y el resto corresponde a los ejercicios de 2013, con un déficit de 22.707 euros; 2014, con pérdidas de 125.268 euros, y 2015, año en que el déficit fue de 112.535 euros.

En cuanto a la bajada de espectadores lo atribuyó a la misma falta de musicales, ya que «un musical suma entre 10.000 y 12.000 espectadores», además de que hay más oferta, «con la revitalización del Teatre Arniches y con que hubo un mes sin programación por los cambios políticos».

No obstante, destacó que «con la entrada de la Generalitat ya no habrá déficit», porque aportará al menos lo mismo que los otros dos propietarios, 140.000, aunque manifestó que los gastos del teatro deberían estar cubiertos aparte de las aportaciones para la programación, como ocurre «en los teatros de su categoría». «Al Teatro Principal se le ha tratado injustamente respecto a otras instituciones culturales de la Comunidad Valenciana y ahora eso se termina. Esperemos que se deje de ningunear este teatro que es lo que históricamente ha ocurrido».

Al Consejo de Gobierno han acudido además de Barcala, la concejal de Cultura, María Dolores Padilla, y Jaime Matas Vallverdú y Miguel Molins Nubiola, por el Sabadell. Representando a la Generalitat estuvieron además José Villar, subsecretaria de la Conselleria de Educación; Abel Guarinos, director del Institut Valencià de Cultura; Roberto García, director adjunto de Artes Escénicas del IVC, y Alicia Garijo, directora territorial en Alicante de ese mismo organismo.

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