Hace cinco años, Susana Mataix y Eugenio Triana tomaron la decisión, después de una dilatada vida profesional, de que Alicante se convirtiera en su nuevo hogar. Creo que ellos acertaron, y aquí encontraron tranquilidad, después de tanta generosidad en el esfuerzo para hacer una sociedad más justa y más comprometida. Primero desde el compromiso político de Eugenio como diputado, y luego desde su enorme aportación profesional, como ingeniero industrial, a la transformación tecnológica, tanto en España como en Europa.

Pero otros más conocedores de estos temas que nosotros seguro que hablaran de estas facetas de Eugenio. Hoy, cuando ya no está, después de una larga enfermedad, el grupo de personas que formamos la Asociación de la Guitarra Clásica en Alicante, solo podemos estar profundamente tristes, pero también enormemente agradecidos por la suerte de haber disfrutado de su compañía.

Llegaron, Susana y Eugenio, a la guitarra gracias a un amigo común, que lo era de ellos por su trabajo de años en Bruselas. Los acogieron, como nadie lo sabe hacer en Alicante, y la primera vez que los trajeron a un concierto de guitarra nuestras vidas cambiaron.

Eugenio inmediatamente se entusiasmó con la guitarra y se enamoró de nuestro proyecto que, sobre todo a través del Master Internacional del que llevamos ya 7 ediciones, pretende singularizar internacionalmente a nuestra ciudad con este maravilloso instrumento y hacernos mejores personas con la perfecta combinación de la música y la amistad.

Eugenio en cada ocasión que nos veíamos, en conciertos o en actividades con los alumnos del Máster, nos demostraba su cariño, su conocimiento de casi cualquier tema que se abordase, siempre desde la humildad, y su sensibilidad con la música. Nadie, en tan poco tiempo de relación, ha sido capaz de impactarnos de manera tan importante.

Llegó a implicarse tanto con la guitarra que no dudó unirse con su aportación económica a la Asociación recién creada, muestra de su compromiso y generosidad.

Escucharlo era un privilegio por su sabiduría y sus valores, y contarle nuestras cosas era saber que alguien te estaba atendiendo como nadie nunca lo había hecho.

Pero con Eugenio Triana vamos a tener la suerte de que cuando volvamos a escuchar la guitarra él siempre estará flotando en la sala, admirado del sonido como cuando se sentaba a nuestro lado. Y además, a nuestro lado estará nuestra, su, querida Susana.

Se ha ido Eugenio Triana, Se ha ido una de esas personas que merecen ser definidas como grandes, porque si lo era a nivel excepcional en su curriculum político y profesional, en lo personal, Eugenio era un verdadero Gigante. Lo fue en la vida y lo demostró en la enfermedad. Gracias amigo, has sido un regalo para nosotros.

(*) Los miembros de la Asociación Arte de Guitarra de Alicante,

Ignacio Rodes, Manuel Desantes, Luis Corno, Juan Luis Nicolau, Virginia Melgar, Andrés Pedreño, Malena Durán, Juan Antonio Roche, David Russell, Gregor Schneider y Gaspar Mayor.