El sueño de la luna sigue siendo eterno. La nave rusa Soyuz MS-13 con tres tripulantes a bordo despegó ayer desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI). La Soyuz despegó a la hora prevista, las 21.28 (16.28 GMT), con ayuda del cohete portador Soyuz-FG con el objetivo de acoplarse a la plataforma orbital tras dar cuatro vueltas alrededor de la Tierra.

Sus tripulantes, el ruso Alexandr Skvortsov, el estadounidense Andrew R. Morgan y el italiano Luca Parmitano, llevan en sus escafandras un distintivo especial para conmemorar el 50 aniversario de la misión del Apolo 11 a la Luna. El distintivo, que guarda un gran parecido con el original, incluye un águila, la Luna y la Tierra, «así como tres estrellas que se leen como la cifra romana 50», según explicó Parmitano.

Al igual que hace 50 años, la insignia de la Soyuz MS-13 no incluye los nombres de los astronautas, porque sus resultados, como los de Apolo 11, «pertenecerán a toda la Humanidad».

Se trata del segundo viaje a la EEI de Parmitano y el primero del astronauta estadounidense, mientras para el cosmonauta ruso esta será su tercera misión. Parmitano y Skvortsov permanecerán en la estación 201 días, hasta el 6 de febrero de 2020, mientras Morgan será inquilino de la plataforma hasta el 1 de abril del próximo año, es decir, 256 días. Los astronautas se sumarán a la tripulación que ya se encuentra en la EEI desde marzo pasado

Durante su estancia la nueva tripulación llevará a cabo una caminata espacial y cumplirá un amplio programa de experimentos. Para los cosmonautas rusos el experimento más importante será Ispitatel, durante el cual deberán recibir la nave Soyuz MS-14 que en vez de una tripulación humana traerá al robot antropomorfo.

Por su parte, el ministro en funciones de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, aunó ayer ese cincuenta aniversario con incierta situación política al alegar que España debe seguir en las grandes misiones espaciales y «necesita cuanto antes, ya, un Gobierno con visión estratégica, dialogante con todos y capaz de realizar las reformas e inversiones adecuadas·.

«Está a nuestro alcance, trabajemos para hacerlo realidad» recalcó el ministro en funciones, quien sobre la llegada de la misión Apolo 11 a la Luna hace medio siglo dijo: «El alunizaje fue un hito humano, científico y tecnológico que todavía nos inspira». Duque, quien apuntó que, como tantos otros millones de niños ese día quiso ser astronauta, recordó que España tuvo un papel relevante en aquella misión de 1969: las primeras señales del alunizaje llegaron a la estación que usaba la NASA en Fresnedillas de la Oliva, en Madrid.

«La carrera espacial, como todo gran avance tecnológico, trae beneficios a la sociedad en su conjunto» Duque, quien estimó que cada euro invertido en el espacio se multiplica por cinco o por seis. Además añadió que para lograr el éxito del Apolo 11 se hicieron inventos que fueron precursores de cosas que «somos hoy en día» : las cámaras, los ordenadores en miniatura de los móviles o la fotocopiadora automática.