Joan Margarit aseguró que prefiere que se identifique este galardón «con el diálogo entre lenguas, entre Cataluña y España», aunque no quiso expresar su opinión sobre la situación política actual. Al ser preguntado, Margarit rechazó opinar -»a mis 81 años», precisó- pero advirtió: «no es mi interés ni mi capacidad resolver estos temas, aunque no quiere decir que sea indiferente».

Ganar el Cervantes, añadió en una rueda de prensa en Barcelona, permitirá que su poesía llegue a más lectores y «si el lector busca consuelo en el poema, y funciona, llegará a más gente». Porque él trabaja «para consolar a gente solitaria», «que somos todos», puntualizó. Y para lograrlo utiliza una herramienta, que es la poesía, que escribe en catalán y castellano, porque se siente «identificado con dos lenguas». Recordó que a lo largo de su vida un poema de Machado le consoló cuando tenía 18 años, pero también le sirvió a los 25, a los 40 o a los 60. «Y ahora con 80 me sigue sirviendo. Por tanto, ha servido a diez Joan Margarit», agregó. Es, sentenció, «el misterio de un poema, hay infinitos poemas, porque se lee de manera diferente en diferentes edades por la misma persona»

Margarit confesó que siempre lleva un poema encima. «El primero siempre es en catalán, pero al cabo de un tiempo llevo dos, pues se ha convertido en otro en castellano, y a veces la versión castellana salva alguna cosa de la catalana, y otras veces es al revés. Lo único que está claro, es que el comienzo es en catalán, que es la lengua materna», explicó. Porque subrayó que «un poema no se puede escribir en una lengua que no sea la materna» y añadió: «no hay nadie en el mundo; sí se puede hacer en la novela, como pasa en Francia, que está llena de grandes escritores que no son franceses que han escrito en francés». Sin embargo, Margarit proclama con voz alta que él tiene dos lenguas: el catalán, la lengua materna, «y gracias al general Franco que me la colocó, el castellano, que no pienso devolverle, pues las lenguas no son culpables de nada».