La Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos hizo coincidir en su penúltima jornada en Alicante dos obras con palabras coincidentes en sus títulos: Catástrofe, de Antonio Rojano, y CatástrofeAmor, amor, catástrofe En ambas se cuestiona el formato tradicional y se entremezclan disciplinas y géneros que dan mucho juego teatral.

La propuesta escénica de Rojano, construida en la sala de ensayo de forma colectiva, parte de la biografía de los actores que participan -incluso el autor es un personaje- e hila una ficción detrás de otras en la que se abordan las catástrofes personales y los desastres globales. «Catástrofe, todo metido en una coctelera, que plantea qué habría pasado si hubiésemos tomado otras decisiones en el pasado y cómo dialogan esas posibles realidades entre sí», indicaron ayer los intérpretes.

La obra de Julieta Soria parte del epistolario que el poeta Pedro Salinas dirigió a su amante estadounidense que dio origen a la trilogía de temática amorosa del autor de La voz a ti debida. «Aunque la obra se basa en material real no hay poemas ni cartas literales, hemos hecho una recreación del lenguaje salinesco», apuntó la autora de Amor, amor, catástrofe, en cuyo texto tiene mucho peso Elche (por el origen familiar de Margarita Bonmatí, esposa de Salinas), Alicante y el mar en un montaje que incluye danza y música.

Programa de hoy: Mauthausen, la voz de mi abuelo (Las Cigarreras), La isla (Teatro principal) y Cándida (Clan Cabaret).