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20 años sin Enric Valor: el candidato al Nobel del valenciano

El escritor de Castalla, fallecido el 13 de enero de 2000, tuvo un triple papel fundamental en la lingüística y gramática, en la restauración de una tradición novelística y en la reconciliación de un pueblo con sus Rondalles

Retrato e ilustración del escritor Enric Valor, obra de Pepe Azorín. información

El valor ético de Enric Valor sobre la defensa y transmisión cultural del valenciano en tiempos de la dictadura franquista desembocó, en sus últimos meses de vida, en una candidatura al Premio Nobel de Literatura respaldada por todas las fuerzas políticas de entonces sin excepción. Una aspiración que, fuera o no difícilmente asumible en el plano internacional, en la magnitud de su legado literario, reivindicó sin duda el papel fundamental del escritor por su triple contribución en la lingüística y gramática ( La flexió verbal); en la restauración de una tradición novelística cosida al sur del territorio, en sus raíces de Castalla y Alicante ( L'ambició d'Aleix) tras la construida por Blasco Ibáñez; y en la reconciliación de un pueblo con su patrimonio fantástico con sus Rondalles. Por todo ello, en el 20 aniversario de su fallecimiento, en los 20 años del candidato al Nobel de la lengua valenciana, de Enric Valor, y ante sus inminentes homenajes, cabe recordar hoy la producción de un creador de primer orden.

«Fue una lástima que la candidatura al Nobel le llegara ya en una edad muy avanzada. Pero en literatura, más allá del Nobel, Enric Valor sí consiguió el mayor reconocimiento que se puede alcanzar: el de la coherencia, la construcción de civilidad, la conquista de un público lector, el reconocimiento transversal y unánime, la creación de un universo literario con personalidad propia... El hecho es que, 20 años después de su muerte, es ineludible hablar de él como un referente imprescindible de la cultura», indica Joan Borja, director de la cátedra Enric Valor de la Universidad de Alicante (UA).

Doctor honoris causa por las Universidades de València, Politécnica de València, Islas Baleares, Jaume I de Castellón y Alicante; y galardonado con las más altas cimas literarias -Premi d'Honor de les Lletres Valencianes y Catalanes-, Enric Valor lleva el nombre de uno de los premios más prestigiosos -que también en compensación económica- en lengua valenciana desde la Diputación Alicante. Y, al mismo tiempo, también la revista Canelobre del IAC Juan Gil-Albert publicó, años atrás, un monográfico sobre su figura convirtiéndose en una de las publicaciones imprescindibles sobre sus estudios y obra, de obligada consulta para investigadores.

«Enric Valor es una figura decisiva de nuestra representación en todas sus vertientes: la folclórica, el estudio de los elementos lingüísticos o la ficción con las novelas. Y todas son igual de importantes y decisivas», señala Enric Balaguer, catedrático de Literatura comparada de la UA. «En literatura, había una parte del País Valencià que no tenía presencia y que solo había entrado a través de Blasco Ibáñez, o de Gabriel Miró de forma muy especial con Años y leguas, o con Azorín que tiene algunas descripciones de nuestro territorio. Pero en cuanto a Enric Valor, más allá del valor de la literatura, posiciona la dulzura de la alta montaña, la de la sierra de Aitana, e incorpora esa geografía nuestra que es también simbólica para nosotros», agrega Balaguer, que también considera interesante una futura y posible adaptación de la obra de Enric Valor al audiovisual con el impulso de À Punt.

En este sentido, sobre el Museo de Enric Valor en Castalla, sobre el que se está trabajando desde hace años y cuyos trámites están muy adelantados, Balaguer admitió su preocupación por el retraso de su puesta en marcha. «Cuando vamos a Cataluña hay muchas casas-museo: Josep Pla, Fuster, Verdaguer... En Francia, en una búsqueda me salieron más de 100 casas museos de escritores... ¿Y cuántos tenemos aquí? Azorín en Monóvar; Miguel Hernández en Orihuela; Joan Fuster en Sueca... Es evidente que Enric Valor, que tiene además su casa natal en Castalla, debería tener allí ya su legado, con un conjunto de actividades en general con el que se pudiera dar a conocer su obra», afirma.

Vicent Brotons, profesor de Filología Catalana de la UA, resalta además la presencia de Enric Valor en las aulas. En el colegio y los institutos. Fundamentales sin duda para la difusión y puesta en valor del valenciano y la cultura, que viene a ser todo lo mismo. «Eso se ha conseguido gracias a los profesores, porque ellos siempre han trabajado por ello. Y es que Enric Valor quería mucho a los profesores, como los profesores y maestros querían a Enric Valor, que veían en él, con mucho cariño, el 'iaio' que cuenta 'rondalles'. Hay aquí un trabajo formidable, en colegios e institutos, en lo que considero que hemos ganado una batalla muy importante», comenta Brotons, estudioso de Valor, quien tuvo además el privilegio de entrevistarse en varias ocasiones con el autor del Cicle de Cassana. «Era un conversador maravilloso», recuerda.

En este sentido, Vicent Brotons, echa en falta en los últimos tiempos un mayor reconocimiento de Enric Valor por parte de otras comunidades autónomas del mismo dominio lingüístico como Islas Baleares y Cataluña. «No han demostrado la sensibilidad por un escritor por todo lo que significó y por todo lo que hizo, por lo publicado también allí, hay un déficit hacia un hombre de sensibilidad como también lo fue Valor», concluye.

Homenaje en València

Homenaje en ValènciaActo académico en el Aula Magna

València fue donde desarrolló Enric Valor buena parte de su obra novelística, la cosida al sur de su tierra y raíces. De ahí el homenaje que tendrá lugar el próximo sábado 18 a las 12.30 horas en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València, con presencia de un gran número de expertos en su obra.

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