La verbena de la Paloma, una de las obras fundamentales de la zarzuela, será el 9 de febrero accesible a personas con discapacidad visual y auditiva en el Teatro Principal de Alicante, en una iniciativa que la subdirectora del coliseo, Maria Dolores Padilla, no dudó en calificar de «pionera a nivel nacional, que derriba barreras con este modelo inclusivo y accesible».

Gracias a la iniciativa de la compañía Materlírica, la zarzuela de finales del siglo XIX de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón -que narra la relación de una pareja de novios ambientada en las fiestas de la Virgen de la Paloma de Madrid- podrá seguirse como una representación al uso por el público general, pero también adaptada a la lengua de signos de principio a fin.

Además, las personas con discapacidad visual dispondrán de un programa en braille en el hall del teatro y de una audiodescripción narrativa con código QR que podrá escucharse antes -de seis minutos de duración, con música incluida- que servirá como introducción a la obra.

El último detalle no es otro que destinar 40 butacas de las dos primeras filas para personas con problemas de visión. «Las personas que vemos un poquito, vemos más al acercarnos a primera línea del escenario y eso es hacer accesible una obra, reservarnos las primeras butacas, que pagamos igual que cualquier persona», destacó Belén González, responsable de Servicios Sociales de la ONCE, que manifestó su «profundo agradecimiento» al teatro y a la compañía por «haber preguntado a las personas que no vemos o no oímos».

González auguró «un cien por cien de éxito» a la iniciativa, que consideró un «desafío total» para las personas con discapacidad auditiva y un «modelo a seguir» para la cultura con el deseo de que el resto de teatros españoles «tome ejemplo». La responsable de la ONCE apuntó que la audiodescripción completa en directo (simultánea y con auriculares) es algo exclusivo de muy pocos teatros. «Sería lo ideal pero necesita mucho tiempo y dinero», indicó, pero en este caso «la compañía ha hecho un simulacro muy bueno con la descripción general, que ya tienen todos los usuarios que vendrán a la obra».

La directora de Materlírica, María José Molina, apeló a la «sensibilidad que a veces nos falta como público general» para hacer accesible la obra y también «inclusiva» al integrar a personas sordas en el espectáculo.

Aunque ayer no quisieron dar muchos detalles de cómo se representará la zarzuela sobre el escenario en lengua de signos «para que sea una sorpresa», sí avanzaron que llevan más de dos meses de ensayos en este espectáculo «tan complejo y de labor durísima para los intérpretes», que hace que la experiencia sea pionera en España «y diría que en el mundo», destacó Arantza Alfaro, coordinadora de la interpretación en esta lengua gestual.

Sumar «sin molestar»

Alfaro aseguró que era importante «que se respetara la zarzuela que realiza la compañía con sus profesionales, sin molestar al público general» sumando al montaje herramientas para el colectivo de personas sordas, como su propio regidor. Cada personaje tiene su doble en lengua de signos, que interpretan 12 personas, totalmente vestidas como los profesionales. Para explicar cómo se conjugarán estos dos equipos en escena, Alfaro dio algunas claves: «Jugaremos con los palcos, las esquinas y las luces, en una labor complicada pero adaptada de principio a fin y sin bajar el nivel de calidad».

Víctor Escribano, arquitecto con discapacidad auditiva, interpreta al chulo Julián, y consideró «muy interesante la eliminación de barreras para poder participar en igualdad». Su pareja en la obra, Raquel Giménez, profesora de lengua de signos, reconoció que «de niña veía la zarzuela en televisión sin saber qué decían y ahora lo entiendo todo. Estoy muy emocionada y me encanta que todas las personas sordas puedan disfrutar igual que yo».