De Pepa Gil. Producción: Producirk
Dirección: Lucas Escobedo
La época dorada de este tipo de reuniones hogareñas comenzó en la España de 2000. La venta de juguetes eróticos con una anfitriona y su maleta llena de secretos. Lubricantes, succionadores o vibradores, accesorios para darle estímulo a la fantasía individualmente o en pareja. Y una forma de educación sexual. Curiosamente, hay una comedia en Madrid, Tuppersex, que presenta un curso de formación para asesoras, así como un monólogo, que se ofrece en Barcelona, creado a partir del libro Miss Tupper Sex. Esto conduce al estreno, en el Arniches de Alicante, de la historia de una mujer casada que a sus 64 años decide cambiar, después de haberse dedicado solo a las tareas de la casa, y reivindicar su autonomía, el hecho de ser visible en el espacio público. Porque cambiar el mundo exige un cambio particular. De tal modo, la protagonista, Inés Sanmartín, aparece por el patio de butacas con su feliz maleta, ofreciendo galletitas, e inicia una charla sobre sexo en el climaterio, mostrando productos. Los espectadores (espectadoras predispuestas a la risa principalmente) asisten a esta reunión. Surgen deliberadas torpezas al sacar los artículos o con un atril, que intentan hacer gracia, e invita a superar tabúes sexuales y ese tradicional papel femenino. La actriz tiene madera, aire de payasa, simpatía y cierta ternura, y expone lo que le pide la dramaturgia de Pepa Gil, dirigida por Lucas Escobedo. La representación del tema tiene poco fuelle y muestra un añejo estilo, sin pasarse de rosca, con indigerible aroma y sabor en general, excepto pequeñas cuestiones. Producirk es la nueva empresa de la compañía circense alicantina La Trócola, que estrena Tupper sex, en el Cicle Des d'Ací, no con demasiada fortuna, aunque con algún apunte más destacable como decimos. Inés Sanmartín confiesa que vuelve al teatro y cumple su deseo. ¡Eso está muy bien! La animación videográfica no aporta, salvo una breve clase para adolescentes, relacionada con el aparato genital de la mujer. Y un mensaje que empuja a encontrarse a sí mismas.
