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Literatura de historia y enigmas

Juan Eslava Galán y Javier Sierra, premios Planeta en 1987 y 2017, abordan la influencia del misterio y la investigación histórica en su proceso creativo

Literatura de historia y enigmas

Javier Sierra (Teruel, 1971) y Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) son los autores invitados hoy al ciclo De par en par de El Sabor de las Palabras. Dos escritores que han ganado el premio Planeta con treinta años de diferencia, casi los que dura su amistad, y que comparten su interés por el pasado y por el lado misterioso de la historia con mayúsculas.

La cita comienza hoy a las 19 horas en la Sede de la UA (Ramón y Cajal, 4) con la charla Historia, leyenda y mito y después ambos acuden a una cena en el Dársena.

El veterano escritor Juan Eslava Galán, autor de un centenar de libros donde predomina la novela histórica y el ensayo, -como su serie de obras sobre hechos históricos «contadas para escépticos»- apunta que conoce a Sierra «desde que era un pipiolo» y aguarda siempre «con absoluto interés» la publicación de su siguiente novela «porque crece en cada libro y sigue indagando, no se conforma con la parte fácil del éxito y se propone un desafío nuevo en cada trabajo. Tiene una curiosidad universal».

Javier Sierra, por el contrario, acude al encuentro con Eslava Galán «con la actitud de un alumno» porque el de Jaén «ha escrito de cosas que me fascinan, como los misterios en la conquista de América o los templarios -hemos viajado juntos a ver lugares de la Orden del Temple-, temas que hemos tocado en algunos de nuestros libros», señala, tras añadir sin dudar que Eslava «es el mayor divulgador histórico que tiene España, el Galdós de nuestros días, que mezcla historia con sentido común, humor y una capacidad de comunicación fabulosa. Toda su saga para escépticos es maravillosa y creo que son sus episodios mundiales».

Eslava Galán estudió Filología Inglesa y se doctoró en Letras pero su vocación siempre fue la Historia, presente en toda su obra. «Yo tengo dos tipos de libros: los ensayos históricos, que obviamente son serios y están documentados, y la novela histórica, en la que me permito dejar volar la imaginación e inventarme y aceptar mitos que como historiador sé que son falsos», afirma, tras declarar que en la literatura «siempre me ha interesado mucho esa parte más misteriosa de la historia, de las creencias. Y en ese camino he coincidido mucho con Javier».

No hay vida sin misterio

Sierra, que emuló a Napoleón y pasó una noche en la Gran Pirámide de Egipto para escribir su novela La pirámide inmortal, no concibe la vida sin misterio, «es el motor de la evolución, ese ansia por comprender la naturaleza nos ha hecho llegar hasta más allá del sistema solar con nuestras propias naves. La ciencia es el gusto por aprender y uno no aprende si no hay misterio. La actitud que lo desprecia es ultraconservadora», indica quien tampoco entiende la literatura sin este concepto «porque es lo que te hace avanzar en el relato. La literatura también procede de la tradición oral, que dosificaba la información para que hubiera misterio. Es imprescindible».

Respecto a si historia y enigmas van siempre unidos o son contrapuestos, el ganador del Planeta con El fuego invisible lo tiene claro: «No hay episodio histórico que no tenga un enigma detrás y si no lo hay te están engañando. Cuando un relato es tan, tan claro, lo que hay es propaganda. Es cuestión de debate entre historiadores, que tienen la pretensión de convertir su disciplina en una ciencia exacta y no lo puede ser nunca porque el ser humano no lo es. El mayor enigma es el ser humano, la vida», manifiesta.

A este respecto, Juan Eslava Galán opina que «siempre hay una interpretación subjetiva» de los acontecimientos históricos. «La historia con mayúsculas es una ciencia porque utiliza un método científico, pero también es un arte porque a la hora de explicarla redunda el pensamiento y el espíritu de la persona que lo hace. Cada generación de historiadores corrige la plana a los anteriores o modifica la visión», considera, ya que «en matemáticas, dos y dos son cuatro desde siempre hasta hoy pero en la Historia eso no pasa, hay una evolución y ese es uno de sus grandes atractivos».

Este apasionado de la Edad Media cree que buceando en el pasado «tiene uno mejor idea del presente, y no digamos si el presente es poco agradable como ahora», además del interés intrínseco por investigar otras épocas y conocer la intrahistoria, «aquella no ya la de los grandes personajes, sino la de los pequeños personajes sobre los que redundan las decisiones que toman los grandes».

Sierra afirma que alguna vez se planetó escribir del futuro, pero augura que «caería en la misma trampa que Isaac Asimov, que escribió su saga de la Fundación imitando lo que él sabía del Imperio Romano. Al final la historia se mueve en círculos: la inmigración ya existía en Roma, las corrupciones urbanísticas se vivieron en Egipto en la Antigua Grecia...».

Futuro próximo

Del futuro inmediato de ambos escritores, Eslava Galán retrocede a la historia contemporánea esta vez en su próximo libro, La tentación del Caudillo, que publicará en marzo, sobre el momento en que Franco estuvo a punto de aliarse con Hitler e involucrar a España en la Segunda Guerra Mundial. Sierra, a su vez, vuelve en marzo con su serie Otros Mundos en Movistar y este año publicará libro y espera una adaptación al cómic de La pirámide inmortal.

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