En el año 2010, el Hermitage de San Petersburgo la exhibió en la Sala San Jorge, que meses antes había ocupado el busto de Nefertiti. El holandés Drents Museum de Assen la mostró en 2017, en un espacio expositivo que precede la zona de muestras permanentes de ese centro que recibe al año más de 300.000 visitas. En 2018, el Museo Arqueológico Nacional la seleccionó entre las 150 piezas más destacadas de la arqueología española, para la exposición con la que celebró su siglo y medio de historia. Ahora, el Museo Arqueológico Nacional de Portugal la expondrá a partir del próximo día 19, dentro de un programa con el que pretende mostrar las piezas más destacadas de los museos europeos.

La mano romana encontrada en Lucentum en 2005 se ha convertido ya en la pieza estrella del Museo Arqueológico de Alicante y en una de las más demandadas por otros centros expositivos, al tratarse de un unicum, es decir, una pieza que presenta elementos que no se han documentado hasta ahora. Dos características hacen que se defina así: por un lado, la empuñadura de la espada con doble cabeza de águila, algo de lo que no hay más piezas documentadas; y por otro, que tampoco se ha encontrado hasta ahora una mano de bronce unida a la espada.

«Ellos han apreciado el valor y la singularidad de esta pieza para ese ciclo expositivo que exhibe las mejores de los centros europeos», asegura el director del MARQ, Manuel Olcina. «Para nosotros es un orgullo porque han sabido valorarla como pieza única que es; ya la conocían y la pidieron específicamente. Les mandamos los catálogos donde está publicada, además de documentación y el audiovisual para que complementen la exposición».

El antebrazo de bronce viaja así a Lisboa, donde se podrá ver hasta principios de mayo, también como correspondencia al préstamo de piezas que su museo nacional ha realizado para la exposición ÍdolosÍdolos que ahora se puede ver en el MARQ.

La mano, que habitualmente es la pieza central de la sala permanente dedicada a Roma en el museo alicantino, «es una pieza demandada, muy importante». De hecho, en estos momentos hay una copia exacta en la exposición de tesoros del MARQ que se muestra en el Museo Nacional de Irán, en Teherán.

Será el propio Olcina quien monte la pieza en el museo de la capital portuguesa, además de ofrecer una conferencia sobre su historia. «Después volverá de nuevo a su sitio, de momento no hay otro préstamo pendiente».

Singularidad

La empuñadura con el águila bicéfala no aparece en ninguna pieza similar. Tanto es así que cuando se encontró en el yacimiento de Lucentum se dudaba de su autenticidad. «Tuvimos que ir a congresos internacionales y exponer todos los detalles de localización, incluso publicamos un libro para que todo el mundo dispusiera de los datos, por eso nadie ha podido ya dudar». Olcina la define como «rara y original». «Son estas cosas que aparecen una vez en la historia; un unicum, algo singular y exclusivo que no existe en otra parte».

Atendiendo a las dimensiones de la mano, se estima que la estatua a la que pertenece rondaría los dos metros veinte y pertenecería a un emperador o familiar destacado, ataviado con uniforme militar que asiría la espada en la mano izquierda. «Estaría emplazado en uno de los pedestales del foro de Lucentum. Sería una de las imágenes más impactantes que los ciudadanos de la antigua Alicante contemplarían al recorrer el espacio del foro».

«Yo estoy esperando que alguien me pueda decir qué significa la empuñadura porque es algo que no existe en el mundo romano ni griego. No sabemos qué quieren decir las dos cabezas de águila porque algo tiene que significar, tienen que ser símbolos oficiales... algo significa pero como no hay otra igual no podemos entenderlo». Tampoco se ha podido identificar a quién pertenece, afirma el director del MARQ. «Si supiéramos a qué emperador representaba podríamos bucear en la historia de ese período y ver si encontrábamos algo similar, pero tampoco lo sabemos».

Lo que está claro es que no hay nada igual. «Tenemos una cosa exclusiva en Alicante».